No eres igual a mí.

Sandum

No eres igual a mí.

Si vives quejándote de tu trabajo, pero en el fondo lo amas, eres igual a mí.

Si confundes a los compañeros de trabajo con amigos, eres igual a mí.

Si te duele la cabeza por dormir hasta tarde y te aburres el día que no hay trabajo, eres igual a mí.

Si das todo por el trabajo, al punto de pasar más en la oficina que en tu propia casa, eres igual a mí.

Si dejas que te roben el crédito por las ideas y no buscas la manera de destacar y hacer notar el trabajo que realizas –tristemente-, eres igual a mí.

Si te quedas callado cuando hay que pedir aumento, hablas cuando no debes, y callas cuando se debe hablar, eres igual a mí.

Si cuando sabes que vas a renunciar, preparas un discurso del cual no terminas diciendo ni la tercera parte, eres igual a mí.

Si te sientes nervioso antes de renunciar a tu trabajo así como si te fuesen a dar un premio gordo, eres igual a mí.

Si te sientes triste cuando te vas de tu trabajo, al cual le debes mucho en el plano profesional, pero poco en el económico, eres igual a mí.

Si amas tanto tu trabajo que cuando renuncias te sientes como si tu novio te hubiese terminado, eres igual mí.

Si escribes –o piensas-, todas estas tonterías luego de renunciar al que oficialmente fue tu primer trabajo, definitivamente, eres igual a mí.
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P.S.: Blogger no me deja subir nada, asi que por primera vez no hay dibujo ¿Lo extrañaran?