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Trabajo de Campo.


(Finalmente revelando el por qué de los post sobre citas)

Confieso que últimamente me ha atraído mucho esa dicotomía que existe en nuestro mundo G de “estar en el ambiente” o “no estar el ambiente”. Debo decir que no entiendo en forma practica (teórica tal vez) esa división de mundos. Estoy claro que yo no estoy ligado a algo así por supuesto, conclusión a la que llego luego de revisar la cantidad de citas con personas del mismo sexo que tengo al mes (casi ninguna).

Lo que más me llama la atención es que hombres que conozco por diversas vías no presenciales y que son mayores que yo, afirman con convicción: “Yo me aleje del ambiente”, “Yo ya no estoy en el ambiente”, “Hace tiempo que no tengo contacto con el ambiente”. “¿Qué rayos es el ambiente?” Es lo que pienso. Llegue a creer que cuando uno salía con otro hombre y tus seres cercanos saben que eres gay, pues ya estás en el ambiente, pero tal parece que estoy muy equivocado.

No quiero pecar de estar haciendo un planteamiento demasiado tonto, pero les repito, mi contacto con personas G es muy limitado; por eso, y ante la duda, he decidido hacer una trabajo de campo ¿Suena muy científico? Pues creo que si quiero tener éxito en el sifrino ambiente valenciano en el que pienso desenvolverme a futuro, debo empezar de cero, así que manos a la obra. Conviene aclarar que no lo había hecho antes por miedo a mi papá como ya había dejado entrever un poco en el post I’m Out, pero como ahora, me mudare pronto de aquí, que importancia tendrá si la gente habla o no de mi ¡Adiós a los prejuicios sociales!

Según encarta, el trabajo de campo es la recogida y análisis de datos de una sociedad o grupo de personas. En mi caso el grupo de personas escogido es el ambiente gay de Puerto Ayacucho (suena feo, pero que hago, aquí vivo). Tenemos además que existen dos tipos de datos a recoger:

Los datos primarios: Se recogen mediante la observación directa del investigador, consiste principalmente en la convivencia y conversión del estudioso dentro del grupo objeto de estudio. En mi caso, pues como que ya me convertí en Gay, solo me falta convivencia.

Los datos secundarios: Se recogen de otras fuentes como censos, archivos. Esas fuentes en este caso son casi nulas, por lo que los datos que he recogido para iniciar el trabajo se basan en historias que he escuchado, he aquí algunas de las más importantes, compiladas en una sola para la ocasión:

“En Puerto Ayacucho, capital del Estado Amazonas, existen cuatro tipos de ambientes o grupos gay, los cuales han sido bautizados por el autor a los efectos de esta investigación, ellos son: a) Las loquitas de pueblo: Son para ser lo mas especifico posible, las marilandras del pueblo, los prostitutos y otras raleas que tienen zonas especificas de concentración, como el “Barrio Unión” y cierta avenida donde usan llamativos atuendos para ganarse la vida. En este grupo se incluyen también los transform’ más escandalosos y otros gays de vieja data y conocidos por todos en el pueblo. Debido a que no me llama la atención ese comportamiento, este grupo esta fuera de la investigación (Por ahora) B) Los pubertos sifrinos de pueblo: Al parecer es un grupo pequeñito de adolescentes y no-tan-adolescentes que se reúnen en fiestas privadas de ubicación desconocida, para hacer sus intercambios. Algunos tienen novias de fachada y una vida falsa frente a la sociedad puritana del pueblo. Se sabe de su existencia pues más de uno tiene historias truculentas en las que fueron sorprendidos, en fiestas no tan privadas, totalmente in fraganti. C) El Rey y su comparsa: Se trata de una loca reloca, que no esta tan de mal ver para los que gustan de los kilos de más y que tiene un sequito de adolescentes y no adolescentes a sus pies, satisfaciendo sus necesidades y ayudándolo en sus labores reales. Es el Rey pues tiene un gran trabajo en el que puede contratar y despedir personas a su antojo, por lo que se aprovecha de ello para lograr sus objetivos. Ha tenido los novios mas sexys que investigador alguno haya podido ver en el pueblo. Se sabe de su existencia pues por un tiempo casi fui invitado a formar parte de su sequito, pero como no confirme mi sexualidad, la cosa quedo en veremos. D) Los viejos exquisitos: Se trata de los gerentes, jefes y apoderados de empresas públicas y privadas, del cual solo conozco a uno, que por la edad, maneras y modo de ser, supongo que no esta sólo en el mundo, debiendo relacionarse con personas de status similar. El gerente de un banco de por aquí, quien ya apareció un uno de mis post, presumiblemente forme parte de ese grupo también.

Primer paso.

Empezare la investigación tratando de unirme al grupo del Rey y su comparsa. Es el único de los mencionados con el que tengo contacto verbal, y lo conozco suficiente como para entablar una pseudo-amistad. Lo molesto es que el fastidioso de mi ex forma parte de su grupo, pero tendré que aguantarlo. Me gustaría adentrarme en el colectivo de los adolescentes y los no tan, pero de esos solo se de uno, que además de estar súper hot (inclusive le dicen el gato por los ojos que tiene), es un poco inaccesible. ¿Los viejos? A pesar que la mayoría tiene un nivel socioeconómico alto, uno es Gerente General de una importante corporación estadal, otro es abogado y administra la considerable fortuna de su padre, el cual tiene negocios en pueblo y mas allá, etc. Creo que por los momentos están un poco inaccesibles para mí también.

¡Pronto informare los avances!
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Consideraciones sobre el sitio ideal.


(Estoy tratando de superar los capítulos anteriores, gracias por preguntar)

Una vez determinadas las frases de cajón, incluso, ya tengo mi pick-up line gracias a TisroC's “No dejes de sonreír pues no sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa”, y precisada las situaciones en las que no debo incurrir para no ahuyentar al prospecto, según Dirgni, verbigracia, no hablar del color de sus ojos en medio de un apagón, solo queda algo por saldar: El lugar ideal para la primera cita. No me estoy refiriendo al lugar adecuado para conocer, sino al sitio ideal a escoger para materializar un encuentro.

Puedo asegurar que citar a alguien a comer en alguna feria de comida rápida, NO es lo ideal, no puedes conocer a alguien en medio de un bullicio inaudito para un lugar donde se supone todos están comiendo, y donde cada rato venga un púber a hacerte una de las dos típicas preguntas de ese sitio: “¿Están ocupadas estas sillas?” o “¿Ya terminaron?” ¡Que flojera con esas ferias! Ni que decir de una discoteca, donde el ruido, el gentío y el ambiente en general solo permite establecer códigos de señas para determinar quien va a comprar las próximas bebidas, quien va a bailar con quien y cuando alguien esta suficientemente borracho como para marcharnos. Las discotecas tampoco son buenas. Igualmente me molesta que en la primera cita me inviten al cine ¿Qué es eso? Como vamos a conocernos (en cuanto a personalidad), en una sala oscura y bulliciosa, no solo por la película, sino por el sonido “Dolby Digital” de los celulares de la gente, los real tones, el niño preguntón que nunca falta, el niño llorón que ya es un clásico, los fastidiosos que se quieren levantar a mitad de la función, los fastidiosos que llegan a mitad de la función, etc. Eso sin contar que el cine no es un lugar ideal para conversar. No, el cine es para amigos y parejas ya establecidas.

Mi cita ideal sería, dar un paseo en el parque Negra Hipólita (para los que conocen Valencia), acudir a un casino —nunca tan tarde, solo a las horas que van los jóvenes, generalmente antes de irse a la discoteca, mas o menos previo a las 11 pm—. Comer en un buen restaurante, inclusive dar un paseo en auto si tienes confianza en la otra persona. Sentarse a tomar un helado o un café, siempre me ha parecido el encuentro ideal, no solo por que si escoges un “coffee bar” elitesco encontraras discreción y el punto idóneo de gente, sino que generalmente esos ambientes propician la platica amena. ¿Restaurante en algún hotel? No sería mala idea considerando que cuando uno alcanza cierta edad, no vale de nada “ser virgen” o moralmente correcto ¡JA!

¿Los peores sitios? Ya hable del cine y de la feria de comida, pero que decir de invitar a comer pinchos o perros calientes en plaza Venezuela, encuentros en las casas de algunos de los dos (en este caso existen excepciones), además ¿Por qué todo tiene que ser comer?

¿Qué opinan? ¿En donde a sido su mejor o peor cita?
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Sólo a mi…


Iba directo a dormir luego de salir del trabajo al mediodía. Me había levantado a las 4am con el propósito de terminar un cálculo de prestaciones sociales, por el cual ya había cobrado el dinero. Tome un taxi y a las 12:05 pm, ya estaba en la casa “Por lo menos dormiré hasta la una y media” me dije, “después mando a la secretaria a comprar almuerzo”. Pero entonces la ley de Murphy hace su aparición… A la puerta del frente se le aísla la cerradura. Echando maldiciones trato de entrar por el portón, pero mi papá tuvo la genial idea de cerrarlo y como esta descuadrado por un choque, no tengo suficiente fuerza para abrirlo (soy un debilucho, no puedo negar mi condición)… Molesto por mi plan arruinado, y con las muñecas y nudillos adoloridos de tanto intentar abrir el desgraciado portón le envió un mensaje a mi papá:

“Gracias por haberme dejado afuera de la casa ¡No entiendes que no puedo abrir ese portón!”

Pero mi papá no llama… A esa hora es imposible tomar un taxi por la zona residencial. Echando maldiciones decido caminar las cinco cuadras que me llevan hasta la avenida. Me vi obligado a tomar el camino largo, pues los adolescentes estaban saliendo del colegio y no quería andar llamando la atención de púberes que se sienten poderosos por andar en grupo… En consecuencia, camino una calle más de la habitual… Y siguen las maldiciones.

Finalmente la avenida… Los colegiales una cuadra mas adelante también se encuentran esperando taxi. Se me acaban las maldiciones, ya no se que mas decir… Se aproxima una camioneta, y me digo: “no puede ser”… Pero es; es él…
—Hola —le digo
— ¿Para donde vas? —me pregunta.
Microsegundos de indecisión: “¿Le digo que voy cerca o aprovecho la cola?”, es lo que pienso.
— ¿Me puedes dejar en el centro? —Le pregunto, no quiero pasar media hora esperando que todos los taxis del pueblo se lleven a los liceístas.
—Bueno, te puedo dejar cerca del Banco Provincial

Andábamos vestidos igual, jean azul claro, y la chemise que mandamos hacer conmemorando la promoción en nuestra universidad. Con un gesto gracioso hace alusión a eso.
—Siempre uso esta chemise los viernes —digo simplemente. Le explico además que me dirigía a almorzar a café olé
— ¿Ah sí? —Me dice. Y conozco ese tono, se todo de él, y se lo que piensa… Pero no dice nada, y yo me digo: “Se suponía que debía decir que iba a almorzar conmigo…”
—Carla —su novia— esta en el Banco, tengo que ir a buscarla… —explica. En ese punto me percato que el hijo de ella —que no de él—, esta dormitando en el asiento trasero… Por supuesto no me dejo cerca del Banco Provincial, se desvió y me dejo al frente al café.

Mientras almuerzo, pienso que todas las personas que entran, son él… “Ya no va a venir”, me digo, seguro esta acompañando a Carla en el banco, además van con Leandro… Y al rato, luego de casi terminar, con un sueño terrible, lamentándome de no haber podido dormir y a punto de echar maldiciones otra vez, E hace su entrada triunfal… Casi me atraganto con un pedazo de carne, pero disimulo y pregunto:
— ¿Qué paso pues? —Iba con el pequeño Leandro.
—Nada, vamos a almorzar aquí…
— ¿Y Carla?
—Bueno termino en el Banco Provincial, pero ahora tiene que depositar en Banesco… Va a decirle a alguien de la cola que ya vuelve y viene ahorita para aca —el café y el Banesco están juntos.
—Ah ok…
El almuerzo fue entretenido, la hora desde la una a un cuarto para las dos se me paso volando… Recurro a mis cuentos divertidos de siempre, aunque estén repetidos, pues no puedo pensar, solo estoy entretenido observando lo endemoniadamente bien que se le ve a E su Chemise y su nuevo corte de cabello… Además de lo divino que le sento haber perdido 2 kilos de peso…
En los minutos finales cuando salí del sopor de la mascara de buceo, les comento que gane el concurso de cierto trabajo por el que estaba optando. Ambos me felicitan y les narro los pormenores del asunto. El tiempo apremia, y les insto a marcharnos… Carla se acerca al mostrador a comprarle dulces a Leandro mientras que E y yo nos acercamos a la puerta…
—Así que ya no te vas del pueblo —me dice sonriendo y me da unas palmadas en el hombro…

Todavía al escribir esto estoy enajenado de lo increíble que son algunas casualidades… Paso justo lo que tenía que suceder en el momento indicado para encontrarme con él… Incluso llegue a la avenida en el momento preciso, pues no dure ni 3 minutos parado allí… ¡Dios I don’t get this! Necesito alejarme de este sujeto ¡YA! (Aunque al menos no tuve sueño por todo el resto de la tarde)


...Me pasan estas cosas


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Pero me acuerdo de ti.


Es lindo cuando superamos un amor tormentoso. Más grato aún, es encontrarnos a ese objeto de nuestros anhelos nuevamente y descubrir, para nuestra satisfacción, que ya no levanta el más mínimo sentimiento en nosotros. Que fantástico es poder saludarlo como si fuera la vecina de al lado y a los cinco minutos estar pensando en otra cosa, es maravilloso, como liberarnos de una jaula, como si la mano que antes apretaba nuestro corazón hubiera dejado de oprimirlo. Mejor es, si nos damos el lujo de rechazarlo, de ver derrotado y suplicante a aquel por el que en algún momento nosotros apostamos y salimos de igual forma, derrotados y suplicando… Pero no, me estoy engañando, por que cuando invite a comer a una amiga y su novio, por el cual sentí una atracción que no llego a materializarse, y al final termine comiendo a solas con él, me sentí derrotado nuevamente, humillado ante mi propio engaño, atrapado por mi propia mentira y mis ganas de auto convencerme que ya lo había superado.

—“Carla no esta, esta de viaje, pero si quieres igual vamos a comer los dos, yo te paso buscando” —fue el mensaje que me hizo despertar del engaño. Me emocione. Sentía nervios al pensar que luego de tanto tiempo estaría a solas con el.

Corrí a mi closet, escogí lo mejor que ameritaba la ocasión, me vi cien veces en el espejo, cepille uno por uno mis dientes. Me aplique el perfume con cuidado para no caer en excesos innecesarios. Y espere. Entonces el corazón despierta y la sangre circula nuevamente, las mariposas en el estomago vuelven a revolotear.

— ¿Alo?
—Ve bajando de una vez que ya estoy llegando.

Olvide las llaves que sirven para cerrar cada uno de los protectores de mi casa. Ya no recordaba las formas sutiles que me hacen diferenciar una de la otra y me permiten abrir y cerrar la puerta sin parecer que estoy en el programa de concursos de Venevisión. Las mariposas, furiosas volaban sin cesar.

— ¿Cómo estas colega? —fue mi saludo al abordar el carro.
—Bien amigo mío ¿Por qué tardaste tanto? —me pregunto.
—Tuve un pequeño inconveniente cerrando las puertas de la casa.

Mi cuerpo empieza a despertar entonces, al verlo mi corazón salta y mis ojos atónitos recuerdan la estampa que los hacía brillar sin razón alguna. Su conversación me marea y me hace caer en un transe, ya no soy el mismo que recibió el mensaje, me convierto en una persona mas dicharachera y con gestos mas alegres y exagerados.

—Llegue tarde a la primera clase y no entre a la segunda —me dice y yo me emociono al pensar que las ganas de salir a comer conmigo superaron la pasión que siente por la segunda carrera que esta tomando.
—En serio —digo yo—, estás como los de la misión Sucre.

Risa, su risa, es la risa. Mi cordura trata de recobrar el espacio perdido y me recrimina “¡Se suponía que ya lo habías superado!” Pero no, estoy muy lejos de superar lo que siento por alguien que de un plumazo reúne, todas y cada una de las características espero encontrar en alguien… “Es imposible superar eso” me digo a mi mismo mientras seguimos conversando del día a día. Entonces, y a la luz de los hechos la cordura se aparta y mi mente se dedica a disfrutar de momento, a sentirse despierta luego de tanto tiempo… Había que repetir plato para que la cena fuera más larga, pero no es suficiente, el momento de retirarnos llega y cuando pienso que vamos directo a mi casa, dice:

—Vamos a dar una vuelta —y levanta su brazo musculoso para apoyarlo en el respaldo tras él.

Estar mas tiempo con él, es como sentir que me alargan la vida, que todavía me queda tiempo para respirar y caminar por el mundo. Pero entonces unos segundos de cable a tierra. Carla llama. El le explica que esta conmigo. Tenemos una molesta llamada en conferencia. ¡Oh Carla! Eres tan linda, la única persona que envidio en este mundo, lo confieso con vergüenza, y no precisamente por tus atributos físicos.

Se hace tarde y llega el momento de dormir. El carro se detiene en la oscura calle frente a mi casa. Seguimos hablando. Los vecinos sentados afuera disimulan, pero en realidad aguardan expectantes… “¿Se besaran?” Es lo que piensan seguramente. Necesitan una ligera confirmación para empezar a destruir mi vida en el pueblo. Pero no, no nos besamos. Y si hubiese tenido que pasar por ese escarnio, solo para lograr un beso de él, lo hubiese aceptado… Me despido, pues la mirada de los vecinos me hastía. El aún con ganas de conversar profiere palabras a través de la ventana mientras abro la puerta de afuera…

—Si eres loco —le digo— ¡Chao!

Los vecinos observan la escena y murmuran. El no parece percatarse de la situación y se despide. Cierro la puerta tras de mi… Vuelvo a recordar las formas de las llaves. Mis gestos son sencillos y pausados. Sólo siento llenura en el estomago y mi pulso esta normal. En unos minutos volví a estar dormido…

Banda Sonora (Joker, te robo la idea sólo por esta vez).

1. - Fell in love with a boy – Joss Stone.
2.- Pero me acuerdo de ti – Christina Aguilera.

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P.S.: Amigos lectores no se asusten, les aseguro que no me voy a suicidar después de esto, fue solo una debilidad momentánea… (Ríanse por favor)
P.S.: Les contare todo lo que paso con él algún día por este blog… Se los prometo.
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¿Mímica o mimetizarse?


Me perdonan todos mis queridos lectores, pues esta vez les quedare a deber un preámbulo maravilloso o reflexivo (Me gusta creer que mis introducciones son así, por favor no me bajen de mi nube), pues no tengo ni la más remota idea del significado de la palabra “MEME”… Y me dio flojera buscar en Google.
Les explico: Nuestra hermosísima Blogger Buh!, quien es como nuestra Agyness venezolana por lo moderna y única (aunque seguramente es más inteligente y con una dieta más saludable que la original en Inglaterra) me ha nominado para un meme… Las reglas son:
-Decir 8 cosas que quieres hacer antes de morir (fácil ¿Sólo ocho?)
-Nominar a 8 personas para que continúen con la cadena (Difícil, ¿Ocho? No se vale la misma ¿Verdad?).
Mis ocho cosas son:
1.- Encontrar al hombre (gay)
2.- Hacer la Maestría en Ciencias Contables en la Universidad de Carabobo.
3.- Hacer el Doctorado en Contabilidad y Auditoría en la Universidad Complutense de Madrid.
4.- Tener mi propio negocio en las ramas de importación de mercancías o RR.HH.
5.-Ferrari, Mustang y Range Roover también están en las cosas que debo tener antes de morir.
6.- Mudarme a un país del primer mundo, EE.UU, Suiza o Inglaterra… O más o menos por ahí…
7.- Hacer una campaña publicitaria para mi empresa que tenga como protagonistas a Chace Crawford y Román Heart… Podría morir antes de ver la campaña terminada.
8.-Comprar una franela en cuello V y que la parte del escote se me vea igual Hayden en la película Jumper.
Ahora viene la parte difícil… Pero bueno mis nominados son (lo siento chicos quiero chismosear sobre sus vidas):
1.- Lodariatodo de Amate-Ámame
2.-Peluche de ¿Carrito o Peluche?
3.- ito de Cueva de Pelos
4.-Derrick Rush from Never Mind The Botox
5.-Carlitos de Bitácora de Vuelo
6.-Monchis de Monchis World
7.-Joker de Un inmortal en Bogotá II
8.-Akira de Susurro en la Oscuridad
Atención a los nominados, si no lo quieren hacer, disimulen y finjan una enfermedad… Yo sabré entender… ¡Saludos a todos!
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1st Date Talking (Sobre que conversar en la primera cita).


(Si, leyeron bien el titulo, quiero hablar sobre eso. No, no tengo 14 años, tengo 23 y ya me gradué en la universidad cuando tenía 21 [tengo una lagrimita en el ojo, gracias]. Si soy gay. Si soy prácticamente virgen. No, no estoy desesperado).

Últimamente ando obsesionado con los satélites que giran alrededor del tema de conocer gente, todo esto tiene una razón, la cual será revelada muy pronto por este medio.

Uno de esos satélites (la vez pasada hable de las frases de cajón) es la conversación de la primera cita. No se que decir, como actuar, como reaccionar en las primeras citas. Pero no crean que he estado esperando que baje un ángel y me diga como actuar (Dios apiádate de mí); no, he probado varias actitudes, a saber:

El periodista: Se dice esto de la primera cita que lo único que hace es preguntar, preguntar, seguir preguntando y hasta despedirse con una pregunta como ¿Cuándo nos volveremos a ver? La puse en práctica con Esteban, y obviamente no me funciono (La mardita esa esta en Suiza)

El hablador nato (e imparable): Es la primera cita que saca todas sus armas conversadoras, pone en la mesa todos los temas habidos y por haber, incluso pierde el apetito de tanta pasión verbal. La puse en practica con J y naturalmente no funciono (el fondo deseaba que no funcionara, pero la técnica fracaso en el sentido que me dejo exhausto y el muchacho casi no hablo).

La diva: Es la cita que quiere solo atenciones exclusivas y que lo traten como lo que es, una diva. La puse en práctica con Cheo, y por supuesto que el tonto ese no sabía como era eso de ser divino.

El callado: Se dice de la cita que solo se limita a musitar cosas ininteligibles o monosílabos como “Si” y “No”. La puse en práctica en mi primera cita (no por voluntad propia), y desde luego comprobé su ineficacia.

Claro que aquí estoy esquematizando mis comportamientos, que en realidad suelen ser una mezcla de los tres anteriores, en la medida que se merezca la otra persona. Pero entonces planteo la duda ¿Qué hacer en la primera cita?

Los temas.

Me es difícil saber con exactitud sobre que le gusta hablar a la otra persona. Si ya se, debo dejar la timidez, los prejuicios, SER YO MISMO, esta bien, pero… En serio ¿Qué hablar? Se que cuando empezamos a hablar del tiempo —que no clima—, algo esta fallando. Tampoco creo que la política o la religión sean buenos temas, imagínense que el tipo sea lindo pero resulte ser Chavista (Parece fantasía pero se han visto casos), perdería la oportunidad de al menos tener sexo con él (jamás podría tener un novio Chavista) ¿Será bueno contarle sobre los amigos o relatarle lo parecido que es la vida de Goofy y la mía? ¿Ventilar miserias? ¿Hablar de cine? Supongo que los recorridos han de tener unos temas estándar… Adelante tengo los ojos atentos.


La actitud.

Súper pana, súper sifrino, sencillo como una paleta de helado, simpático, risueño, bromista, bromista pesado, irreverente… Todas esas son actitudes fáciles para mí, pues todas convergen en mi personalidad ¿Cuál es la combinación ideal?

Simpático mas sifrino: Parecen excluyentes entre si, pero esta mezcla es cuando trato de ser súper amigable, pero si al otro se le ocurre ir a cenar a la feria de comida rápida, dejas a un lado tu faceta simpática y dices “No Honey, no, vamos a un lugar donde seamos atendidos por mesoneros”, y entonces al haber mostrado tanta sifrineria en una sola línea, vuelves a tu sonrisa simpática y continuas como si nada.

Sencillo más irreverente: No combinan mucho, pero es cuando ya en la desgraciada feria de comida rápida el lunes popular (Odio ese día) comiéndote un “Pollito graduado”, saltas con una broma como “Lo bueno es que como este pollo lo preparan en su propio aceite solo estás consumiendo un tipo de grasa saturada” (aunque sea mentira).

Risueño mas bromista pesado: Es una combinación mortal, nunca la he puesto en practica en primeras citas, pero quizás funcione si sales con un comediante; es cuando, dice una amiga mía, sueltas frases como: “¿Estás vestido de caja fuerte?” El otro te mirara con cara de circunstancia y hasta te preguntara la razón de esa frase, entonces tú dices: “Por que sólo tú conoces la combinación”, acto seguido ríes, y luego explicas que era una broma…

La intención de este post no es que me recomienden un comportamiento, por el contrario, ya estoy claro que uno tiene ser uno mismo y toda esa cosa, pero me gustarían que compartieran ¿Cuál ha la metida de pata mas grande que han tenido en una cita?
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Apuntes: Sobre conocer gente (hombres) en plan de ataque.


Históricamente yo he tenido muchos problemas para relacionarme con las personas, no por que sea un ser subnormal o algo así, simplemente soy una persona tímida, que a parte de eso se sentía ligeramente diferente al resto (ya saben a que me refiero); y atención, aunque actualmente he superado muchos complejos, todavía me cuesta mucho hablarle a alguien por primera vez. Afirmo sin temor a equivocarme que la mayoría de las personas que conozco, les hablo por que ellas me hablaron primero a mí, veamos algunos casos:

Caso 1. Celes.
La conocí en el campus de la universidad (me gusta creer que mi universidad tenía un campus, en realidad es una plaza sin pena ni gloria), cuando le comentaba a otra amiga (de ella claro) que tenía problemas con matemática. No puede evitar ser asociado con la imagen del estudiante gallo (y eso que no tengo lentes “culo ‘e’ botella’” ni uso aparatos) y me pidieron ayuda. Bastaron unas sesiones de estudio para darnos cuenta que yo también necesitaba de esa ayuda, entonces nos unimos en la búsqueda de un profesor que nos diera clases particulares, y en ese proceso nos hicimos amigos.

Caso 2. Llovizna.
Es la típica muchacha extrovertida, con el aliciente que yo le gustaba, por lo tanto me hablo desde el primer minuto que entre al salón sin que yo se lo pidiera.

Caso 3. Diana.
También le gustaba y era extrovertida, a veces compartíamos el desayuno, y aunque nos conocimos sólo un semestre pues se retiro la universidad Creo que no hubiésemos podido seguir siendo amigos, ya que yo le gustaba mucho y al final como que se dio cuenta que era homo.

Caso 4. Alberto.
Me daba cierta curiosidad conocerlo, en parte por que en el habitaba la contradicción de: “Aspecto de mal estudiante, pero es buen estudiante”, por otro lado, tenia hombros gruesos y un trasero lindo. Nunca le hable, hasta cuarto semestre, cuando otra amiga me lo presento.

Caso 5. Llovizna 2.
La que me presento a Alberto, tiene el mismo nombre de mi otra amiga, así que también han de compartir seudónimo. La conoci en cuarto semestre también, luego que, una vez que gozaba de mucha notoriedad en el salón debido a mis calificaciones e intervenciones, ella se intereso en mi. Se aparecía en la biblioteca y me sacaba las palabras con cucharilla. Celes no la soportaba, creo que estaba un poco celosa, pero al final descubrimos que Llovizna 2, pese a su abrumadora sinceridad, es una persona de confiar y excelente amiga.

Con ese precedente que las personas tienen que abordarme ¿Cómo podré conocer un novio? Creo que este tema empieza a preocuparme, pues en el mundo G, parece que hay que tener buenos ojos y buen término para conocer a alguien que realmente valga la pena. He notado que con el paso de tiempo tengo mucha más seguridad en mi mismo, y la gente empieza a notarlo. Me paso en estos días cuando volví a ver a una conocida que el pasado me trato como si fuera la equis en el abecedario. En esta oportunidad me hablo totalmente diferente, incluso hasta se intereso en saber de mi, que estaba haciendo, hasta tuve que fingir un compromiso para que dejara de acosarme ¡Figurense!
Pero aunque ahora soy más dado con la gente (inclusive I’m popular), me es muy difícil, abordar a alguien en plan de echar los perros. Recuerdo especialmente una oportunidad en la que, por hechos que no vienen al caso, me encontraba ayudando a mi primer ex y a varios amigos de él a realizar un trabajo. Había una gran compensación económica de por medio, por lo que acepte sin miramientos. En una de las oportunidades en las que quedamos solos “su amigo” y yo (mi ex fue a comprar comida), este empezó a echarme los perros descaradamente. Aún no me había recuperado del shock que suponía que mi ex, el otrora adolescente-confundido-homofobico-straigh anduviese con un queer-payaso-desatado-fácil, cuando ya este último estaba diciéndome frases melosas. Primero mientras trataba de hacerle entender, sin éxito alguno, los pormenores del proyecto, solo me dijo: “Te ves tan lindo hablando así”. La situación se torno incomoda, y luego fue mas directo, me comento que yo era muy serio como para “ser amigo” de mi ex, me mostró fotografías que tenía en su computadora, me hablo que había terminado con su novio (“¿y a mi que?”, pensaba). Yo aún quería creer que mi ex no había hablado con el de nuestros devaneos, y el queer-payaso-desatado-fácil me creía hetero y solo estaba molestando (aclaro que este personaje suele manifestarle su fascinación a cualquier hombre sin importarle la preferencia sexual del mismo), pero al parecer el muchacho estaba súper enterado. En cierto momento se sentó junto a mi, su cabello rubio inaudito y ojos verdes, me hicieron pensar en decirle algo como: “deja de hablar en tono de broma, yo soy gay, y no me estas intimidando con eso”. Pero no lo hice, era demasiado gordo para mi gusto, además mi timidez una vez más me hizo quedarme en silencio.

¿Qué hacer entonces? Creo que necesito tener un repertorio, quizás un grupo repetitivo de frases de cajón que me permitan abordar a alguien (que sospeche, sea gay claro) y que hayan demostrado eficacia en más de una ocasión. Algo así antes me parecía tonto, pero me he dado cuenta que esos “roba corazones” heteros que tanto abundan en estos días, y que muchas mujeres les repiten ante su acoso: “seguro le dices lo mismo a todas con las que te acuestas”, al final, y pese a que en efecto le repiten lo mismo a cada una, terminan logrando su objetivo, y echándose a la chama en la bolsa.

¿Quién da sus frases de cajón para abordar a alguien? O bueno ¿Con que frases de cajón te han abordado? Pero solo se vale dar las que hayan funcionado para ti o contigo…