| 2 comments

Dinero, decisiones, preguntas, felicidad, caos



Advierto que este será un post desordenado, sin estructura, lleno de caos y preguntas. Fin de la advertencia.

Hace poco más de tres meses renuncie a mi trabajo como auditor externo en una firma de renombre. Fue una decisión muy difícil. Creo que no me equivoco al pensar que dentro de la profesión contable, la auditoría es la rama más respetada de todas, y cuando uno la esta ejerciendo y el resto de contadores de una empresa te escuchan sin chistar es que te das cuenta de que al ser auditor siempre estás un paso por delante de quien sea.

Lo malo de las firmas es que la remuneración no es muy buena (para el trabajo que significa, lo cual no quiere decir que comparativamente con el mercado no este bien). Eso me dejaba pensando en la eterna pregunta ¿Qué es mas importante, tu carrera o el dinero?

Siempre habría dicho sin dudar que tu carrera es lo mas importante, después de todo –me repetía- es lo que te queda y cuando vas a otro lugar puedes demostrar lo que vales. Pero luego un día te invitan a cenar en Palau y te encuentras pensando que tal vez Mc Donalds no era tan mala idea. Después se te ocurre pensar que te mereces una vacaciones, pero lo único que puedes pagar es un fin de semana a Margarita (ojo que no estoy en contra del turismo nacional, pero es para ilustrar un punto).

Otro ejemplo es conocer a personas que dicen ser (y tal vez lo son, pero uso esa frase porque usando su propio baremo ¿Quién soy yo para decidirlo?) artistas. Viven como caballeros errantes del pelabolismo vendiendo periquitos en un bazar y… ¿Esperando qué? Por otra parte puede que sea yo muy materialista, y en ese caso ¿Eso quiere decir que no preocupo por mi carrera?

¿El dinero gira en torno a las carreras o mas bien tu carrera es sobre el dinero?

Tengo un amigo que no puedo nombrar en este post, quien dice no soportar (en parte) a uno de sus conocidos “Es que es muy mediocre en la vida”, me dice. Yo conozco al mediocre, es muy talentoso para muchas cosas y en parte me recuerda un poco a uno de mis hermanos mayores. El mediocre sueña con vivir en libertad, sin la esclavitud que significa someterse a un sueldo, y esperando que tal vez algún día le llegue un golpe de suerte que le permita no volver a preocuparse por el dinero nunca más. Mi hermano sueña con tener una posada en la playa y vender agua de coco el resto de su días (tiene mas 30). Y entonces me sigo preguntando ¿Son mediocres o felices?

Yo ni siquiera puedo saber si soy más feliz en mi trabajo nuevo o el viejo. Hace poco cuando fui a retirar mi liquidación mi ex jefe habló conmigo y me ofreció volver a la firma. Le pedí un ascenso inmediato como única condición para poder regresar y me dijo que si. Al final yo me había ido por ese ascenso ¿O no? Pensaba muchas cosas, y el día que iba a hablar de un cambio de condiciones en mi nuevo trabajo –y tal vez provocar a la gerencia para tener una excusa para renunciar- mi jefa me dice de la nada “Hemos decidido que con base a las actitudes que has demostrado tu aumento de sueldo no será del 20% como habías negociado en tu contrato luego del periodo de prueba, será del 40%”. Me quede mirándola sin reacción, sin poder creérmelo, pero sin reacción. Pasado unos segundos me dice: “Pero ¿Cómo te sientes? ¿Estas feliz?”.

Pensaba en todo ese dinero con el que no contaba y estaba feliz, pero no realmente feliz… “¿Qué pasa conmigo?”, me preguntaba ¿Era que en el fondo me imaginaba una escena tipo estas pidiendo mucho para el tiempo que nos conocemos? Pero eso nunca va a pasar en este trabajo. Tal vez no tenga el caché de la firma pero si el dinero… La pregunta de todo este post, nunca había estado flotando tan grande en mi cabeza.

Mas tarde ese mismo día, salí con una amiga y me soltó esto:

—Yo creo que de verdad tu no quieres volver a la firma. Tu simplemente quieres verle la cara a todos cuando de la nada llegues con un ascenso —cosa que es 102% inusual en la estructura de la organización—, como dar un golpe, tu lo que quieres es darle un golpe a esa gente, pero en ese trabajo tu no eras feliz.

Fue ese último comentario lo que me impulso escribir esto a ver si aclaraba mis ideas, pero por lo que puedo medio leer arriba (y no quiero revisar, así que si tiene errores, ya saben), no lo logré.

Y así lleno de preguntas se acaba la sesión reflexiva de hoy. Hasta la próxima.
| 1 comment

Te voy a contar algo amiga



Tengo la convicción que los seres humanos somos personas cuyo pensamiento e ideas puede evolucionar y mejorar constantemente –aunque están los adoradores de Chiabe-. De hecho me repito eso a mi mismo todos los días, y en consecuencia trato de superar cualquier esquema e idea del pasado que me hayan inculcado mis padres ¿Por qué? Sencillamente es lo lógico. En un mundo tan cambiante, donde un día somos socialistas, pero al siguiente el capitalismo corre de nuevo por nuestras venas, no es posible que sigamos siempre con las mismos arquetipos. Por todo esto creo que algún día la sociedad superará al gay afeminado como único patrón a seguir para nosotros, aunque para ello no necesariamente los “afeminidados” tienen (tal vez deba colocar un “mos” aquí) que comportarse (nos) como hombres, todo lo contrario. Para ilustrar mi punto hablare un poco de mi pasado en el bachillerato.


Siempre fui de esos niñitos bien cuidados que vivían metidos “en la falda de su madre”. No es algo que me avergüence en absoluto pues la relación que tengo hoy en día con ella es algo realmente especial. De manera que ella siempre procuro cuidarme lo más posible, inscribirme en el mejor colegio y por eso viví en una burbuja más o menos hasta que llegue a octavo grado. Un mal negocio y cosas que no vienen al caso hicieron que yo fuese trasladado por un año a un liceo público con todo lo que ello conlleva.


Fue entonces, y solo entonces cuando me di cuenta que de hecho a mi “se me notaba”. Obviamente yo ya había admitido para mis adentros que algo no andaba “bien” conmigo, pero siempre pensé que era muy bueno en aquello de fingir. Mis compañeros no estaban de acuerdo, y cuando empecé a tener muchas amigas, a hacer el ridículo en clases de deporte y tantas cosas más, algunos arremetieron en forma violenta contra mí. Como siempre, y gracias –de nuevo- a mi madre he sido un muchacho pilas, yo procuraba no estar sólo lo máximo posible y luego conseguí hacerme con un guardaespaldas que cobraba barato: Sólo tenía que rellenar 2 exámenes de matemáticas y pasarle uno él. Debo hacer un paréntesis para aclarar que yo no quiebro la voz, ni muevo la manito a un lado, y ni siquiera soy escandaloso. En el bachillerato mi meta siempre fue mimetizarme con alguna pared y permanecer allí hasta la hora de la clase, pero bueno, la discriminación y el “¡Ay vale!” es algo tan arraigado a nuestra cultura como lo puede ser una arepa.


Todos los problemas en el colegio me llevaron a un punto donde realmente me odiaba a mí mismo. Me preguntaba constantemente por qué tenía que ser así y que debía hacer algo para ser “normal”. Esto cambio cuando en 4to año entre a otro liceo y hice otros amigos que me aceptaban como era, o al menos con los que nunca tuve ese tipo de problemas.


El cuento anterior es como un preámbulo para explicar algo: No todo el mundo supera esos episodios en el colegio. Algunas personas, quizá porque son más maltratadas, desarrollan todo lo contrario y en vez de tratar de reprimir esa pequeña pluma, que admitámoslo, tenemos todos en mayor o menor medida, se dicen a ellos mismos “Yo se sere como quiero y nadie me lo va impedir”. Es como un mecanismo de defensa, una provocación, como cuando alguien te empuja intencionalmente (o accidental) por el hombro y tú le respondes con igual o mayor fuerza. Vamos a pelear.


Yo no soy psicólogo, ni pretendo explicar aquí las razones médicas. Simplemente llegue a esta conclusión luego de preguntarles a algunos conocidos de discotecas por qué eran tan asi:


―¡¿Ay mija y tu que te crees?! Yo soy así por qué me da la gana.


Yo soy mujer y ya.


Yo soy como soy y no me importa lo que pienses tú ni nadie. Ya sufrí demasiado por ser como soy y ahora nadie va a venir a joderme mi vida.


Las respuestas siempre fueron algo agresivas, daba la impresión que me dijeran “Me molesta como soy a mí también, pero seré así sin importar lo que sea”. Esas réplicas siempre me trasladaban a mis años de colegio y comencé a entender sus razones. Pero es dificil que un heteresexual que tal vez era medianamente popular en colegio y lleva una vida, si se quiere normal o “promedio” (sale los fines de semana a los mismos lugares, frecuenta  a la misma gente, tiene novia y estudia en la universidad algo tipo “Ingeneria Mecanica”) entienda esto. Recientemente leí este tweet:


“Hay carajitos que tienen que entender que ser gays no implica ser tan afeminados”


Entonces comprendí que para la gente hetero es muy fácil decir esto, sin saber las cosas que uno vive. Sé que algunos me dirán “Bueno pero si no quieren ser maltratados que sean hombres, que se comporten como hombres”. Imagina el caso a la inversa, imagina que los gays son la mayoría ¿Cómo te haría sentir tratar imitar un comportamiento que no es el tuyo, que no va contigo? ¿Te gustaría dejar de ser tú mismo? No sé que tan positivo sea el mensaje que un gay afeminado le envía a la sociedad (Eso sería como un tema para otro post), pero lo que si sé, es que dificilmente alguien puede superar años de maltratos y discriminación de un dia para otro.


Yo pertenecía antes a ese grupo que discriminaba a otros de su misma condición, pero luego cuando entendí esto, supe que siempre me estaría discriminando a mí mismo, que aunque hiciese lo que hiciese, siempre seré gay, y la gente siempre hablara de mi. Que al decirle a alguien “loca” demostraba ignorancia e intolerancia, contra los demás y contra mí.


He leido articulos al respecto sobre el papel de los medios de comunicación en este proceso. Los medios siempre están reproduciendo el esquema del gay afeminado, lanzando esa imagen ridicula de los mismos, y las personas que escriben estos articulos manifiestan que tales imágenes en vez de ayudar, desvirtuan el hecho de ser gay y nos someten al heterosexismo, dicen que esas las mismas muestran al común de la gente que sólo existe una forma de ser gay, y es aquella en donde imitas a la mujer. Yo en parte estoy de acuerdo con ello. Es cierto que los gays afeminados son una minoria dentro de toda la comunidad gay. Esto se puede comprobar muy facilmente yendo a cualquier discoteca o café gay de alto perfil. Todos gays, todos bien vestidos, todos con algo de pluma, pero todos “serios”… Pero me pregunto: Si ser una loca no ayuda al colectivo y envía un mensaje erroneo a la sociedad ¿Qué mensaje le llega a la sociedad ser un gay de closet? No puedo saberlo a ciencia cierta, pero presionando un poco podría decir que es este: Ser gay esta mal, asi que trata de vivir tu maricura con un bajo perfil y así yo y mi sociedad heterosexista estaremos bien contigo. Nos haces reir o en su defecto no existas ¿Eso es bueno? ¿Es bueno que un gay “no afeminado” apoye esto?


Tal vez ser demasiado afeminado envía cierto mensaje erroneo a la “sociedad”, pero siempre aplaudire a estas personas, porque aunque sin saberlo estén viviendo bajo las normas del heterosexismo, al menos están haciendo algo, por lo menos estan diciendo “Sabes qué, soy maricón y no me importa lo que puedas pensar”. Es hora de vivir vidas honestas, dejar de actuar como si estuviesemos haciendo algo malo y vivir con integridad. Algún día, cuando los que no son afeminados apliquen al menos este sencillo concepto y se conviertan en la mayoría visible que son, dejen de atacar a “las loquitas” y vivan con la misma integridad y valentía que esas personas que han hecho mucho por sus derechos podremos evolucionar hacia otra sociedad.
| 2 comments

Mednight thoughts



Antes no lo parecía, pero hoy me pongo a pensar cuanto he cambiado desde que volví a Valencia y como dicen los compañeros de trabajo de un amigo ¡Me quedo es loco!

Era como si antes estuviese atrapado en una burbuja de la cual no podía salir y me impedía mostrarme tal como era a las personas. Lo curioso es que ni siquiera estoy muy seguro de cuando paso, pero simplemente ahora es así.  Ya no siento miedo si me invitan a un lugar donde “solo habrá desconocidos”. Ya no me importa ir sólo a algún sitio, ni tengo miedo de que mis amigos se mezclen y se conozcan entre ellos pues no hay ninguno que sepa más o menos que el otro. Les confieso algo: Se siente genial.

Con ese ánimo llegue a una fiesta de la promoción 58 de Médicos Cirujanos UC-CHET. Mucha gente hermosa, hablar tonterías con personas que apenas conoces, conversar en un ambiente festivo con uno de tus mejores amigos, y tomarse un par de cocteles con mas hielo del necesario (aunque mucho mejores que los de Rocco’s, todo hay que decirlo). Durante la noche me enteré de algunas cosas, como quien era novio de quien, observé a otros que llevo meses stalkeando por Facebook —no me juzguen, todos tenemos amores platónicos— y escuché frases muy perturbadoras como:

—Conozco a varias parejitas aquí que andan separados pues están con sus familias.

Esa información me entristeció un poco. Recordé mi día de graduación. Un momento muy bonito, a pesar de lo devaluado que significa ser un profesional en este país. En la mía estuvieron mis padres, mi hermano menor (el más cercano). Es un minuto alegre que quieres compartir tus seres queridos, inclusive con esa persona especial y es paradójico como es una cuestión familiar la que lo impide.

Mientras “Guaco” estaba en tarima y observaba a uno de los cantantes —bastante guapo, y no hablo del señor— pensaba que lo único que hacía falta para cerrar la noche era un show de travestidos. Algo dramático que enviara un mensaje a las familias. Pero luego como siempre, se me ocurrió que eso no era lo apropiado. Al final de cuentas todos conocemos mas o menos de que van esos shows. Comencé a observar a esas “parejitas” y pensé que lo que hacia falta eran hijos diciendo algo como: “Papá, ¿Se acuerdan de mi siempre amigo Carlos? Bueno resulta que no somos amigos solamente”.

Pero no todo estaba perdido, luego de la hora del tequila se formó un circulo gigante de doctores donde todos bailaron con todos, incluso los hombres. Fue divertido. Y cuando creía que la cosa no podía ser aún mas tolerante, mi amigo me trajo una botella de agua que se me hizo imposible de abrir, y mientras sufría un tipo enorme se me acerca y extiende su mano. Me estaba ofreciendo ayuda. Le entregue la botella, la abrió con facilidad, y me dice:

—Tu amigo si es rústico…

No le entendí el resto, pero por sus gestos entendí un “No es capaz de ayudarte y te ve sufriendo con esa botella”. Luego cerro el puño y me insto para que hiciera lo mismo y la “chocaramos”. Me dio risa, y mucha más cuando le habló a mi amigo, para decirle algo que ninguno de los dos entendimos.

Mientras salía de lugar me preguntaba ¿Ya estamos en un mundo donde un hombre le ofrece a otro hombre ayuda para abrir una botella de agua sin que eso signifique algo especial? Me encanto la idea, y cuando no podía estar más feliz mire hacia el suelo del estacionamiento y había un billete de Bs.20 abandonado. Lo tome, miré a mi alrededor y luego lo metí en el bolsillo de mi camisa.

“Encontrarse una moneda es de buena suerte, así que un billete de 20 de debe ser la misma suerte 20 veces mejor”, pensé, y luego encendí el motor.

| 4 comments

Me lo prohíbo



  Tengo como 1 mes sin salir en un cita, tal vez más, pero un mes es el tiempo que me permito decir en voz alta o colocar en un documento de Word y no sentirme patético.

   No es que no se hayan dado las oportunidades, se trata más bien que me siento aburrido de eso. Cuando yo estaba en la universidad conocer a alguien era algo entretenido. Yo no estaba en esa “escena” del internet, no me parecía tan prioritario como lo es ahora, y siempre había algo excitante en preguntarse “¿Será o no será?”, o en finalmente descubrir que la cosa si era contigo cuando uno se daba ese emocionante ese primer beso. Pero ahora mi vida es fundamentalmente el trabajo y frecuentar a los mismos amigos de siempre, con los cuales no pasara nada (la mayoría son mujeres) porque yo no quiero que pase o ellos no quieren, todo hay que decirlo.

   Debo contar esto con cuidado. Hace unas semanas tenia una especie de encuentro arreglado con alguien. Cuando ya se acercaba el día comencé a sentir ese aburrimiento que expliqué en los párrafos anteriores. Me decía cosas como “que fastidio hablar de mi como si intentara vender un producto”, “que flojera estar hablando con alguien con quien no tengo una anécdota en común”. Como nunca se me dan las cosas fácil, ese día tenia sendos encuentros también con un par de amigos. Ni siquiera me alcanza este párrafo que ya voy a finalizar para explicar como todo eso quedo el mismo día. Creo que tiene un poco que ver con aquello de “Ya no me da miedo mezclar a mis amigos y mis conocidos”.

   Cuando ya se acercaba el momento comencé tener dudas, me decía “¿Para que perder el tiempo con algo que no llevará a nada si puedo estar con gente que ya conozco y pasarla bien?”. También afectaba el hecho de que para conocer a esta persona tenía que mezclar a mis dos amigos con él. “¿Dos amigos inmiscuidos en una primera cita? Mira no”, me dije. Así que le cancelé, por decirlo de alguna manera.

   Hoy en día me arrepiento, pero no lo que pudo o no pudo haber sido, sino que yo no soy así, me prohíbo desde este mismo momento volver a ser así. No soy el más optimista y tal vez nunca lo seré, trato de ser realista y no hacerme muchas expectativas, pero ¿Qué gana uno siendo pesimista? Las úlceras y los problemas del corazón son gratis si comes mal o hay antecedentes en tu familia, así que no hay necesidad de empeorar la situación martirizándote con el hecho de que el mundo es una mierda, que ya lo sabemos. Vinimos aquí a vivir, a aburrirnos, a ir a citas malísimas, a tropezarnos, a besarnos, a conocernos, y hacer todas esas cosas antes que estemos tres metros bajo tierra. ¿Ok? Ok.

   Hasta el jueves (creo).


| 5 comments

Mezclas de historias, tragos y amigos



Cuando estaba en la universidad mezclar amigos siempre me pareció algo terrible. En parte era un tema de que realmente solo dos personas me han conocido bien y la idea que mucha gente supiese todo sobre mí me aterraba un poco. Me gusta tener varios grupos de amigos: Aquellos con los que sales cuando te quieres sentir superficial y parte del sistema. Los otros para cuando quieres una conversación tranquila para hablar sobre el futuro y tal vez aquellos que en verdad no son tus amigos… Pero para algo sirven.

Mi hermano menor, mi papá y mi mamá suelen decirme que yo vivo encerrado en mi propio mundo. Yo los entiendo, ellos solo forman parte de uno de mis círculos (el familiar), pero no saben todo sobre mí, y probablemente nunca lo sabrán. Considero provechoso tener algo entre manos (por ejemplo una historia sobre alguien con quien estés saliendo) y poder contar diferentes “versiones” de lo sucedido: Una versión literal para los amigos de las conversaciones, una versión divertida con los detalles escabrosos para los amigos superficiales y un fingir tipo “no esta pasando nada conmigo” con los que no sabes si sirven para algo, y en el caso de la familia, que al final son los que están toda la vida contigo, no decirles nada con lo que luego puedan espetarte cosas como tu no tienes moral para decirme eso.

Sin embargo uno de estos días pensé ¿Por qué no mezclar estos dos universos y ver que pasa? ¿Que pasa si los amigos mas intelectuales se mezclan con los que casi no conoces? ¿Cuáles serían los resultados?

La ocasión se presento a una fiesta a la que fui invitado. Como es usual, pensaba acudir solo, pero recibí un mensaje desconcertante:

“Si quieres puedes traer a alguien, la entrada es para dos personas”

Era la primera vez que recibía una invitación para mi y específicamente se me estaba pidiendo llevar a un acompañante (o al menos así lo sentí). Pensé que mi amigo, pese a que siempre ando solo, considero que a estás alturas tal vez estaba saliendo con alguien… Era muy tarde para tratar de convencer a los más cercanos de acudir a una fiesta en Maracay en la noche y regresarnos al día siguiente en plena madrugada ¿Qué debía hacer? Decidí llamar a uno de mis amigos mas “guerreros” que sin pensárselo dos veces dijo que si.

Y de repente estaba nervioso.

Y después no estaba seguro de cómo se la llevarían.

Al final casi desee que pasara algo y que no fuéramos.

Pero cuando llegamos todo fue divertido. Resulto que el novio del amigo que me invito seguía a mi acompañante en Twitter y viceversa. Reímos y bebimos. Fue divertido mostrar otra cara de mi, mas sincera, por decirlo de alguna forma, pero al parecer yo no era el único que estaba haciendo ese experimento. Mientras nos dirigíamos al lugar alguien de los que venía en el grupo llamo mi atención. No era especialmente guapo, ni especialmente feo. Un sujeto normal, lo vi y me vi. De pronto me sentí overdresed, después recordé que andaba en sneakers y me calme.

Cuando ya tenia un trago encima mi amigo le pregunto al interesante cual era su asunto.

—No es gay —me susurro.

Yo no quería admitir que me gustaba un poco, pero la noticia me desanimo bastante. Sin embargo, con un par de tragos más (de mi parte, pues él no tomaba), comencé a animarme y hablarle un poco más.

Me dijo que estudiaba educación y parecía ser de esas personas ilusionadas, que están en ese momento de su carrera en la universidad en las que creen que cuando salgan cambiaran al mundo. Luego comencé a presionarle un poco.

—Si quieres puedo hablarle a una de esas muchachas por ti.

Noté cierto nerviosismo en él. Era como cuando yo estaba en Narnia y mis primos y familiares no hacían otra cosa que instarme a hablarle a las mujeres. Eso me envalentono, algo dentro de mí me decía que estaba vengando por todos esos años en los que era inseguro y no podía defenderme de esos ataques solapados, pero no me importo.

—¿Cuántos años tienes? —le pregunto Taleb.
—Diecinueve

Aparentaba al menos 23.

—Es por la barba —explico. Reprimí el impulso de tocársela. Sería una falta de respeto.

Luego de algún tiempo y algunos sorbos más ya estaba fuera de mi, como es natural.

—No entiendo que haces aquí ¿No se supone que los hombres heteros de diecinueve años deben es andar pendientes de un culo, de un perreo una cosa?

Era verdad ¿Qué hacía un chico hetero en un sitio snob con cinco hombres mas? El no respondió nada, solo se echó a reír, y creo que murmuro algo como que el no es de seguir esquemas pero no estoy seguro.

Varios tragos después, muchas risas e intentos de contaminarle su agua con vodka, estábamos sentados juntos, más cerca de lo que yo creía posible. Había decidido ya que el chamo simplemente era un engañado o un heteroflexible, hasta que una de mis artimañas dio en el blanco.

—Deberías venir la semana que viene, vendrá una amiga mía, es mi mejor amiga de hecho. Es muy bonita —añadí.
—¿Y como estás seguro de que le voy a gustar?

Fue así que recupere la cordura. Mire hacia al frente donde una pantalla alternaba imágenes con el arte del evento y un absurdo logotipo “Yo <3 rumba”. El arte del evento era elegante y bien hecho mientras que el logotipo de la rumba era absurdo y destilaba mal hacer por todos lados… Dos mundos, dos cosas distintas unidas en una sola ocasión.

Fue así como supe que mezclar amigos, mundos y tragos nunca fue una mala idea, sirvió para darme cuenta que en todos nuestros “mundos” las personas tienen los mismos problemas. Fue divertido ver todas esos amigos interactuando, y por qué no decirlo: Fue agradable emprender el camino de regreso a “mi mundo” acompañado.

Nos vemos la otra semana J
| 4 comments

La semana pasada estaba en la oficina cuando llego un correo:

“Evenpro nos ofrece las entradas para el próximo concierto de Ricky Martin en…”

—Yo no iría al concierto de Ricky, es demasiado gay —comentó una de las presentes.

De pronto desperté de mi ensoñación luego del almuerzo. Mire al mi alrededor: Cuatro mujeres y yo era el único hombre. “Esto será interesante”, pensé.

—No tiene nada de malo que sea gay, igual canta e igual a mi me parece un hombre bellísimo —dijo otra de las presentes.
—Bueno claro que no tiene nada de malo —respondió la primera—, pero no se. No vayan a pensar que yo tengo algo en contra de los gays, con lo que no estoy de acuerdo es que tengan hijos y eso.

De pronto me moleste, y de la nada, cuando no pensaba hacerlo, intervine:

—¿Es decir que tu prefieres que los niños estén en la calle, antes que tengan dos mamás o dos papás? ¿Eres como la señora esa mexicana que dijo semejante locura?
—No, no es que yo piense que sea malo —replico atragantándose un poco— Pero es que a mi no me parece ¿Qué le puede pasar a un niño viviendo así? El va a ver como si ser gay es algo normal, cuando no lo es.

Quería escupirla, pero me contuve.

—Yo no veo nada de malo en eso —repitió la que había hablado con anterioridad—, yo tengo amigos así y son personas que sufren mucho y que además pueden ser excelentes padres.
—Eso esta mal —sentenció la única de las presentes que no había hablado hasta ahora—, y la biblia te lo dice clarito, dice que llegará una época en que las personas creerán que lo que antes era malo ahora es bueno.

De pronto me sentí un poco decepcionado, de todas las presentes, la del comentario de la biblia era la que me caía mejor.

—Yo te voy a decir algo M, yo no tengo ni idea de lo que es normal o lo que no, pero lo que si te puedo decir que un niño no se va a volver gay porque sus papás lo sean, la preferencia sexual no es algo que se escoge ¿Tu recuerdas el día que decidiste que te gustan los hombres?

La discusión se prolongo un poco más, y las mujeres no cambiaron a grandes rasgos su posición. Inclusive la niña bíblica nos conto una historia en la cual un taxista que normalmente le hacia transporte a una familia, una noche mientras andaba por ahí, paso por Babylon (uno de los antros gays con mas solera y más feos de Valencia, esto ultimo por confirmar ya que nunca lo he pisado) y como vio que la gente estaba saliendo, decidió estacionar cerca a ver si hacia un dinero (Si estamos hablando que alguien pensó que seria bueno detener el vehículo el plena avenida bolívar a las 3 a.m., pero bueno) cuando de repente vio al padre de aquella familia a la cual le hacia el transporte besando a otro hombre. El infiel se percato enseguida y corrió a su encuentro, “Por favor no digas nada”, le suplico. El hombre no dijo nada, y de hecho lo llevo hasta su casa, pero al día siguiente llamo a su clienta y le conto todo.

Esa pequeña historia antes de trabajar me hizo tener sentimientos encontrados ¿Hizo el taxista lo correcto? ¿Hice yo lo correcto? Tal vez debí pararme y decirle “¿Sabes que niña incierta? Yo voy a tener los hijos que quiera y pueda criar en de manera decente. Y haré como cualquier otro padre. Luchare por convertirlos en mejores personas, y hare todo lo posible para que no reciban malos ejemplos, pero un beso en nuestra casa nunca será tal cosa. Nunca será algo diferente a una muestra de amor, así que guardate todos tus prejuicios, y soy yo el que te digo que acepto tu manera de pensar, pero bien lejos contigo”.
| 1 comment
Mi post de esta semana iba sobre reglas del rompimiento, pero no fue posible... ¿Cual es su regla principal del rompimiento? La mia es "Un clavo saca otro clavo" :)

Para la semana que viene, con menos trabajo, algo decente.

Mientras tanto pueden visitar mi otro blog, donde estoy trabajando en nuevo personaje. El domingo subo la tercera parte, si todo sale bien.

http://elproletrariado.blogspot.com
| 3 comments

El momento de organizarse



Primer banner de este blog
En Colombia (y me disculpan no saber en que departamento o si es en general), usan el termino “organizarse” cuando llega ese inevitable momento en que la pareja debe juntar sus peroles y ver como van seguir la vida juntos de ahora en adelante. Las razones para organizarse son muy variadas:

Porque llega ese momento en la vida en que el noviazgo serio se pone aún más serio.
Porque ya no quieres tener más  citas.
Porque aunque por ahí puede haber otro más, por otro lado piensas que es difícil conseguir a alguien mejor.
Porque tus padres te presionan, tienes más de 30 años y aún vives con ellos.
Porque “trabajas” de trendsetter y es un oficio no remunerado, el cual requiere un compañero que si tenga un contrato de trabajo de verdad.


Vida de casados

Hace algún tiempo Taleb me conto que uno de sus amigos se mudo (se organizó) con su novio. Compraron una casa en algo que se llama “Buenaventura” que queda en otra cosa que se llama “Ciudad Alianza” que a su vez está dentro de la más reconocible municipio Los Guayos

No puedo negar que estaba sorprendido. La última vez que supe de este chamo ( que para mi no es más que un simple conocido, debo decir), acababa de terminar con su novio, y se quejaba de lo difícil que es salir con alguien en estos días ¿De que me había perdido?

—Ya va, me estás diciendo que Juan se organizó con un tipo… ¿En serio?
—Si bueno, al parecer entre el y el novio compraron una casa en Buenaventura.
—¿Compraron una casa?

De repente la imagen que tenía de Juan, durmiendo todo el día antes de irse a la Universidad se me hizo algo borrosa. Me pregunte que había hecho yo con todo el dinero que he ganado a lo largo de los años. La respuesta: Nada.

—El novio puso la mayor parte como supondrás, pero si, compraron una casa.
—¿Y fuiste?
—No aún no, pero hay planes.

Ha llegado la buena nueva.

—No te he contado… Juan se compro una casa y se fue a vivir con el novio.
—¿En serio? ¿Y sus papás?
—Nada, al carajo todo. Ahora vive con su novio en Buenaventura.
—Vaya.

De visita

—El otro día fui por fin a casa de Juan —me comento Taleb.
—¿Y que tal? ¿Es horrible? —Le pregunté.
—Para nada, estaba todo muy limpio y acomodado.

Me acordé de lo que decía mi prima sobre los bebés. Cuando no son bonitos, la gente dice que son graciosos. Cuando las casas no son bonitas, la gente dice que son limpias.

—Ah, que bien.
—Bueno Juan no esta haciendo nada en este momento, creo que el novio es quien se esta encargando de todo.
—O sea que está de ama de casa —bromeé y ambos reímos.

Efectos

—Eso que me contaste de Juan el otro día me dejo mal.
—¿En serio? ¿Por qué?
—Eso de que se rebeló a su familia y se fue a vivir con el novio… Comencé a preguntarme porque no puedo hacer yo lo mismo.
—No te lo conté por mal, no sabía que te iba a afectar tanto.
—Bueno lo hizo, me siento un poco mal conmigo mismo.
—A todos nos llega ese momento. Cuando sea el tiempo de separarte de tu familia y hacer ese gesto dramático, necesario de más esta decirlo, estoy seguro que lo sentirás, justo como le pasó a él.

Pero cuando termine aquella frase me pregunté si era verdad… ¿Quién decide cuando es el momento de juntarse? ¿Son las circunstancias o las personas las que vuelven una relación seria en un montón de muebles y una cocina remodelada en algún suburbio de la ciudad?

Un mensaje y… ¿Es mi turno?

—Hola ¿Qué es de tu vida?—le preguntó Cheo a Jonathan.
—Me estás haciendo la pregunta mas típica que se puede hacer en estos casos—replicó Jonathan

Después de eso él le dio una pequeña disertación sobre los últimos acontecimientos de su vida.

—¿Y los novios? —preguntó Cheo.
—Pues no tengo a nadie
—¿Alguien como tú?

Esas tres palabras se quedaron flotando en la cabeza de Jonathan… De repente le vino a la mente esa frase fatalista de “Siempre es mejor estar con alguien que te amé mas de lo que tu lo amas a él” ¿Era verdad?

Jonathan se ríe y replica:

—Pues aunque no voy a tratar de indagar porque me dices eso, si es perfectamente posible (y hasta natural) que alguien como yo este solo. Tal vez es también un poco de lo quiero así”.
—De verdad quisiera verte de nuevo. Me había hecho muchas ilusiones contigo.
—Ay por favor.
—Lo digo en serio, de repente tu también estabas esperando por mí, y este es el momento.

La gente del trabajo también se organiza.

Durante todo ese día la gente del trabajo de Jonathan no habló de otra cosa distinta a créditos de apartamento, mudanzas, novios… A las 6 de la tarde cuando Jonathan salió de la oficina al banco, y luego mientras se dirigía a casa se desvió al Sambil… Caminó por los pasillos y pensó… ¿Qué sentido tiene andar sólo si al menos tienes a alguien que quiere estar contigo? ¿Llego el momento de organizarse?

| 4 comments

El mejor amigo de una mujer




Les contare varias escenas para que vean que lo mejor que puede hacer una mujer en la vida es tener un mejor amigo gay, y no me mal interpreten.

Un nuevo ha llegado.

Diana esta soltera, pero no desesperada. Salió hace bastante meses de una relación complicada que se quedo prácticamente a las puertas del matrimonio. Superado eso, salió con dos tipos mas, y el último la engaño, pues resulto tener novia. De manera que cuando Diana se encontró con Gregorio, pensó que era su día de suerte. Al menos al principio.

Red de contactos.

Antonia le conto a Jonathan que en el nuevo proyecto en el que estaba trabajando había uno de los chicos que ascendió rápidamente en escala de cargos de la compañía, y que:

—De hecho entro en el mismo cargo que yo —le comentó.
—¿Y con quien se tuvo que acostar? —pregunto Jonathan, parte en broma parte en serio.
—Bueno el jefe de mi jefe, que tiene confianza conmigo me lo encomendó mucho y me dijo que “Le enseñara”.
—Fuerte… Supongo que ese jefe de tu jefe no esta casado.
—Nadie de nosotros sabe nada de su vida.
—Bueno equis —quiso finalizar Jonathan. Trataba de evitar caer en el tema gay, pues el también lo es.
—Lo horrible es que este chamo se intento sobrepasar con Luis —continúo Antonia—, y fue muy feo, yo le tuve que decir a Luis que se calmara, que bueno sea lo que sea el muchacho esta enchufadisimo y que mejor mantuviera un bajo perfil. Después de todo la cuerda siempre revienta por lo más delgado.

Después de darle varias vueltas al asunto, Antonia dijo lo que quería decir:

—Ese carajo y el jefe de mi jefe tienen algo.

Chismes de pasillos.

—El otro día vi una escena muy rara entre la señora de recursos humanos y este chamo —comentó Jonathan—, se hablaban con demasiada confianza, y la tipa lo invito a desayunar y todo.
—¿En serio? —pregunto una de las presentes
—¿Y de cuando acá ella es chévere?
—Bueno con el si lo es —siguió Jonathan—, de hecho la otra vez lo vi sentado en su oficina y ella no estaba. Si alguna otra persona de la oficina hiciera eso, ni te cuento lo que podría pasar.
—Yo lo vi una vez que ella estaba ahí, y el estaba jugando con una pelotica de goma contra la pared —comento otra mujer.
—Yo creo que ese chamo es medio raro —dijo la primera mujer—, es como amanerado y encima el otro día lo vi con una caja de Fruit Loops bajo el brazo y se las comió con leche en el comedor.

Hubo un silencio, y luego nadie dijo más nada.

Presentaciones

—Mucho gusto, Jonathan.
—Mucho gusto, Gregorio.

Dos días después se vieron en el pasillo y se ignoraron.

Ella no sabe.

—Bueno es que me esta echando los perros este chamo ¿Sabes? El que se la pasa con Antonia.
—Umju
—Es bello, es un moreno hermoso, pero no se. Hay algo que no me cuadra.

Jonathan no lo conocía pero luego se dio la oportunidad con una lata de atún.

—Diana con ese instrumento nunca vas a abrir esa lata —explico Jonathan—. La única esperanza es abrirlo con un cuchillo, pero no lo voy a hacer yo… ¿Por qué no le dices a tu pretendiente?
—¿Lo llamo?

El pretendiente llego, y como todo un hombre, le abrió la lata a Diana usando un cuchillo de cocina.

Al rato Diana le conto a Jonathan como iban las cosas:

—Bueno ¿Lo viste? Es hermoso verdad —Jonathan sólo torció la boca en un gesto—. Hemos salido varias veces, pero no sé…
—¿No sabes qué? Es decir este tipo se ve como quinientas veces mejor que tu anterior relación.
—Yo se ¡Yo se! Pero es que cuando salimos la pasamos bien y todo, pero… Hay algo que no me cuadra. No se explicarlo, no se.

En el almuerzo también se chismea.

—Adriana también esta pendiente de él.
—¿No es demasiado vieja para él?
—No vale Adriana es como de la edad de nosotros.
—Sera de la tuya.
—Como sea gafo, pero igual no es tan vieja es lo que quiero decir.
—¿Y a todas estas de donde salió ese tipo?
—Bueno esta aquí trabajando en nuestra división para ese proyecto que tiene meses.
—Entiendo —comentó Jonathan.

Colisión de pensamientos.

Jonathan se sentó a en su cama a atar todos los cabos, y pensó que la mujeres que creen que saben, no saben nada, y las dicen no saber están en lo cierto.

“Pero no es mi problema ”, escribió y luego pensó que “y tampoco nadie me pregunto”

 __________________________________________________________________

La imagen de esta semana es cortesía nuevamente @DannEpp_
Pueden ver un poco de su trabajo acá http://www.flickr.com/photos/daniel_fdv/




| 2 comments

Pequeñas batallas, pero con orgullo



En estos días cuando se oye tanto acerca de las marchas por el orgullo gay y salen algunos a decir cosas tipo “Bailar en una tanga mientras pides respeto no funcionara” y otros tipo “Todos somos parte de esta hermosa comunidad a pesar de las tramoyas” (No intentaré adivinar que quiso decir esa persona colocando la palabra tramoya en su frase), no seré yo quien diga cuán útil o no es la marcha, principalmente porque nunca he acudido a una, aunque desde que escribí esto debo decir que mi opinión acerca de la misma a cambiado muchísimo y todo gracias al punto de vista de mi amigo @Arzola_d.

Lo que si puedo decir es que a veces son esas pequeñas batallas que ganamos día a día la que también marcan la diferencia. Les contaré la pequeña historia de Jonathan y Rafael. subordinado y jefe en una firma de auditoria. Pero primero conozcamos al jefe en unas rápidas líneas:

Rafael se expresa despectivamente sobre los maricos.
Rafael tiene novia y ya estuvo casado una vez.
Rafael es ordinario y entra dentro de lo que es el típico macho venezolano que te dice  ay vale por cualquier cosa.
Rafael le gusta jugarse con las personas, pero es picado.
Rafael es el coach de Jonathan desde que este entro a la firma.
Jonathan no soportaba a Rafael desde la primera vez que lo escucho hablar, y trataba de pasar desapercibido en su presencia.

Ahora comienza la historia:

Un día cualquiera robaron en la casa de Jonathan. El se encontraba trabajando cuando de repente recibe una llamada de la señora que ayuda en su casa. Se escuchaba nerviosa, y por alguna razón la llamada se corto. De repente a Jonathan se le vino todo abajo y salió del trabajo a toda prisa.

—Avisen al jefe —fue lo que dijo a los compañeros que se quedaron en la oficina.

No obstante Jonathan mando un mensaje al senior encargado de la auditoria, quien estaba en reunión junto con Rafael y otros mas en la firma.  Después vino lo usual. Manejar como un loco para llegar a casa, ir a la policía, tratar de calmar a la señora que estaba en la casa, y lo peor, darse cuenta que no robaron muchas cosas, excepto por una de las preciadas posesiones de él: Su laptop. Una vida desperdiciada.

Jonathan se calmó todo lo que pudo y dejo a su hermano de 18 años junto con la señora y su bebé, y regreso al trabajo. Si, porque a pesar de todo, a las 5 y media de la tarde él regreso a su trabajo.

Cuando Jonathan regreso a las oficinas del cliente Rafael ya estaba ahí, junto con el senior  encargado y otro senior mas como apoyo. Estaba el resto del staff. Jonathan se acomodo en el extremo opuesto de la mesa de conferencias e intento trabajar, a pesar de que al sentarse comenzó a procesar todo y noto que estaba muy alterado. Los recuerdos de todo lo que perdió con la computadora le venían una y otra vez. Por alguna razón se sentía un tensión en el ambiente, y Jonathan se dio cuenta que una de sus compañeras tampoco estaba. A los minutos Rafael estallo:

—Yo quisiera saber porque en este staff la gente esta haciendo lo que le da la gana ¿Dónde esta Alejandra?
—Se fue porque se dio un golpe con la puerta —respondió una de las compañeras de Jonathan.

Rafael, quien estaba rojo para ese punto, se puso peor con aquella excusa inverosímil y luego se dirigió a Jonathan:

—¿Y como es eso que TU te fuiste sin avisar? —le espetó.
—Bueno yo les envié un mensaje, y la gente aquí sabia donde estaba. Además cuando estaba en el CICPC le mande un mensaje a Norberto —respondió Jonathan. Norberto es el senior a cargo.
—O sea que si Norberto no ve el mensaje yo nunca me entero de donde estabas. Y bueno yo no te estoy diciendo que no salieras o algo así, pero coño avisa. Norberto no es tu encargado de trabajo, tu me reportas es a mi, se supone que el informe que estas haciendo me lo vas a dar es a mí, además…

Jonathan dejo de escuchar. Una rabia que poca veces había sentido se apodero de él ¿Cómo podía el pendejo ese reclamarle porque se ausento dos míseras horas del cliente por una emergencia en su casa? La cara de Jonathan se puso roja también, un calor que solo había sentido pocas veces en su vida se apodero de él, y entonces las palabras salieron a borbotones:

—¿SABES QUE RAFAEL? —profirió como en un grito ahogado— Yo no entiendo nada de este drama que me estas armando, NADA. Resulta ser que yo no me ausente del cliente para ir a comprarme una camisa en el Sambil, yo salí de aquí porque tenia una emergencia en mi casa y no tenia a nadie quien fuera por mí. Salí de aquí porque la mujer que trabaja en mi casa me llamo alterada y yo no tenia ni idea de lo que había pasado hasta que llegue allá, y ¿SABES OTRA COSA? Esto que hice yo de ir a resolver mi problema y regresarme no lo hubiese hecho NADIE ¿ME OISTE? NADIE y todo porque yo estoy claro de las responsabilidades que tengo acá y las cosas que te tengo que entregar.

Cuando Jonathan terminó toda la sala quedo en silencio. Era como cuando alguien grita muy fuerte en una habitación con eco. Las palabras y los gritos se quedaron flotando en la estancia amortiguadas por el sonido de los teclados de las laptops, tras de las cuales todos querían ocultarse en cierta forma.

Sin embargo Rafael no estaba feliz, y cuando parecía que iba a replicar, intervino la amiga de Jonathan:

—Yo creo que lo importante de todo esto es que Jonathan resolvió su problema, todo el mundo en su casa esta bien GRACIAS A DIOS y el tuvo el compromiso de regresar de nuevo.
Irónicamente, ese incidente, donde Jonathan por fin se pudo mostrar tal cual era frente a Rafael, fue el inicio de su amistad. Jonathan se conmovió cuando en la evaluación Rafael reconoció que se sobrepaso y que era algo que el sabía que tenia que mejorar. Jonathan también reconoció que el no había hablado de la mejor manera, y partir de ahí cualquier muro que existía entre ellos se rompió.

Sin embargo la amistad trajo para Jonathan otro problema.

Porque de repente surgen las fiestas de cumpleaños y los eventos sociales.
Porque de tanto socializar con alguien nuevo este comienza a preguntar por qué no tienes novia.
Y luego estaba el dilema.

Jonathan se preguntaba que debía hacer. Irremediablemente le había agarrado cariño a Rafael (y eso que llego decir que le odiaba luego del incidente), para bien o para mal, pero ¿Debía considerarle un amigo de verdad y contarle que nunca tendría una novia? Decidió que la mejor forma era irlo sensibilizando sobre el asunto. Haciéndose el loco cuando le preguntara por una mujer y colocándose en evidencia de cierta forma. Un día, luego de una consulta por chat, Jonathan le envió esto:

“GrasiajefeTQM”.

Jonathan sintió miedo, pensó que se había sobrepasado en su intento de sensibilizar a su jefe homofóbico. Pero nada de eso paso. Rafael le mando fue un “jajajajajaj Qué es eso?”… y fue así como empezó un juego que llego incluso a saludos con abrazo. Jonathan pensó que Rafael ya le tenía el suficiente cariño, y además pensaba que su labor humanizadora con él, tipo “Le puedes decir a otro carajo que le tienes aprecio sin que eso signifique que eres gay”, había terminado. Así que un día en uno de los interrogatorios por la novia, Jonathan habló:

—Yo supongo que tu te lo debes imaginar, pero por si acaso: Yo soy gay —dijo Jonathan—, y bueno si eso cambia algo, dímelo para renunciar y ver que hago con mi vida.
El silencio que se había quedado en aquella sala donde tuvieron un altercado tuvo un breve regreso, pero no duro mucho.
—No cambia nada —replico él.
Pero vaya que si cambio. Rafael se mostraba igual de cariñoso que siempre, pero exageraba la nota, lo intentaba demasiado. Además algo había cambiado en él, había algo diferente; hasta que un día, mientras salían de un cliente a comprar cena paso alguien muy afeminado frente a ellos. Jonathan comprendió que si Rafael lo había aceptado como era, el también debía ceder un poco, así que con un poco de pesar le dijo:
—Si tienes que decir que ese carajo es demasiado marico ¡Adelante! No tienes que dejar de ser quien eres porque estas conmigo.

Hoy en día Jonathan y Rafael siguen siendo amigos. Rafael esta en Londres estudiando inglés y en estos días le pregunto a Jonathan por texto:

“¿Como es que se llama ese grupo que te gusta?”
“Friendly Fires”, respondió.
“Te voy a comprar el CD”.

____________________________________________________________

La imagen de esta semana es cortesía de @DannEpp_
Pueden ver un poco de su trabajo acá http://www.flickr.com/photos/daniel_fdv/

¡Muchas gracias Dani!