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La semana pasada estaba en la oficina cuando llego un correo:

“Evenpro nos ofrece las entradas para el próximo concierto de Ricky Martin en…”

—Yo no iría al concierto de Ricky, es demasiado gay —comentó una de las presentes.

De pronto desperté de mi ensoñación luego del almuerzo. Mire al mi alrededor: Cuatro mujeres y yo era el único hombre. “Esto será interesante”, pensé.

—No tiene nada de malo que sea gay, igual canta e igual a mi me parece un hombre bellísimo —dijo otra de las presentes.
—Bueno claro que no tiene nada de malo —respondió la primera—, pero no se. No vayan a pensar que yo tengo algo en contra de los gays, con lo que no estoy de acuerdo es que tengan hijos y eso.

De pronto me moleste, y de la nada, cuando no pensaba hacerlo, intervine:

—¿Es decir que tu prefieres que los niños estén en la calle, antes que tengan dos mamás o dos papás? ¿Eres como la señora esa mexicana que dijo semejante locura?
—No, no es que yo piense que sea malo —replico atragantándose un poco— Pero es que a mi no me parece ¿Qué le puede pasar a un niño viviendo así? El va a ver como si ser gay es algo normal, cuando no lo es.

Quería escupirla, pero me contuve.

—Yo no veo nada de malo en eso —repitió la que había hablado con anterioridad—, yo tengo amigos así y son personas que sufren mucho y que además pueden ser excelentes padres.
—Eso esta mal —sentenció la única de las presentes que no había hablado hasta ahora—, y la biblia te lo dice clarito, dice que llegará una época en que las personas creerán que lo que antes era malo ahora es bueno.

De pronto me sentí un poco decepcionado, de todas las presentes, la del comentario de la biblia era la que me caía mejor.

—Yo te voy a decir algo M, yo no tengo ni idea de lo que es normal o lo que no, pero lo que si te puedo decir que un niño no se va a volver gay porque sus papás lo sean, la preferencia sexual no es algo que se escoge ¿Tu recuerdas el día que decidiste que te gustan los hombres?

La discusión se prolongo un poco más, y las mujeres no cambiaron a grandes rasgos su posición. Inclusive la niña bíblica nos conto una historia en la cual un taxista que normalmente le hacia transporte a una familia, una noche mientras andaba por ahí, paso por Babylon (uno de los antros gays con mas solera y más feos de Valencia, esto ultimo por confirmar ya que nunca lo he pisado) y como vio que la gente estaba saliendo, decidió estacionar cerca a ver si hacia un dinero (Si estamos hablando que alguien pensó que seria bueno detener el vehículo el plena avenida bolívar a las 3 a.m., pero bueno) cuando de repente vio al padre de aquella familia a la cual le hacia el transporte besando a otro hombre. El infiel se percato enseguida y corrió a su encuentro, “Por favor no digas nada”, le suplico. El hombre no dijo nada, y de hecho lo llevo hasta su casa, pero al día siguiente llamo a su clienta y le conto todo.

Esa pequeña historia antes de trabajar me hizo tener sentimientos encontrados ¿Hizo el taxista lo correcto? ¿Hice yo lo correcto? Tal vez debí pararme y decirle “¿Sabes que niña incierta? Yo voy a tener los hijos que quiera y pueda criar en de manera decente. Y haré como cualquier otro padre. Luchare por convertirlos en mejores personas, y hare todo lo posible para que no reciban malos ejemplos, pero un beso en nuestra casa nunca será tal cosa. Nunca será algo diferente a una muestra de amor, así que guardate todos tus prejuicios, y soy yo el que te digo que acepto tu manera de pensar, pero bien lejos contigo”.
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Mi post de esta semana iba sobre reglas del rompimiento, pero no fue posible... ¿Cual es su regla principal del rompimiento? La mia es "Un clavo saca otro clavo" :)

Para la semana que viene, con menos trabajo, algo decente.

Mientras tanto pueden visitar mi otro blog, donde estoy trabajando en nuevo personaje. El domingo subo la tercera parte, si todo sale bien.

http://elproletrariado.blogspot.com
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El momento de organizarse



Primer banner de este blog
En Colombia (y me disculpan no saber en que departamento o si es en general), usan el termino “organizarse” cuando llega ese inevitable momento en que la pareja debe juntar sus peroles y ver como van seguir la vida juntos de ahora en adelante. Las razones para organizarse son muy variadas:

Porque llega ese momento en la vida en que el noviazgo serio se pone aún más serio.
Porque ya no quieres tener más  citas.
Porque aunque por ahí puede haber otro más, por otro lado piensas que es difícil conseguir a alguien mejor.
Porque tus padres te presionan, tienes más de 30 años y aún vives con ellos.
Porque “trabajas” de trendsetter y es un oficio no remunerado, el cual requiere un compañero que si tenga un contrato de trabajo de verdad.


Vida de casados

Hace algún tiempo Taleb me conto que uno de sus amigos se mudo (se organizó) con su novio. Compraron una casa en algo que se llama “Buenaventura” que queda en otra cosa que se llama “Ciudad Alianza” que a su vez está dentro de la más reconocible municipio Los Guayos

No puedo negar que estaba sorprendido. La última vez que supe de este chamo ( que para mi no es más que un simple conocido, debo decir), acababa de terminar con su novio, y se quejaba de lo difícil que es salir con alguien en estos días ¿De que me había perdido?

—Ya va, me estás diciendo que Juan se organizó con un tipo… ¿En serio?
—Si bueno, al parecer entre el y el novio compraron una casa en Buenaventura.
—¿Compraron una casa?

De repente la imagen que tenía de Juan, durmiendo todo el día antes de irse a la Universidad se me hizo algo borrosa. Me pregunte que había hecho yo con todo el dinero que he ganado a lo largo de los años. La respuesta: Nada.

—El novio puso la mayor parte como supondrás, pero si, compraron una casa.
—¿Y fuiste?
—No aún no, pero hay planes.

Ha llegado la buena nueva.

—No te he contado… Juan se compro una casa y se fue a vivir con el novio.
—¿En serio? ¿Y sus papás?
—Nada, al carajo todo. Ahora vive con su novio en Buenaventura.
—Vaya.

De visita

—El otro día fui por fin a casa de Juan —me comento Taleb.
—¿Y que tal? ¿Es horrible? —Le pregunté.
—Para nada, estaba todo muy limpio y acomodado.

Me acordé de lo que decía mi prima sobre los bebés. Cuando no son bonitos, la gente dice que son graciosos. Cuando las casas no son bonitas, la gente dice que son limpias.

—Ah, que bien.
—Bueno Juan no esta haciendo nada en este momento, creo que el novio es quien se esta encargando de todo.
—O sea que está de ama de casa —bromeé y ambos reímos.

Efectos

—Eso que me contaste de Juan el otro día me dejo mal.
—¿En serio? ¿Por qué?
—Eso de que se rebeló a su familia y se fue a vivir con el novio… Comencé a preguntarme porque no puedo hacer yo lo mismo.
—No te lo conté por mal, no sabía que te iba a afectar tanto.
—Bueno lo hizo, me siento un poco mal conmigo mismo.
—A todos nos llega ese momento. Cuando sea el tiempo de separarte de tu familia y hacer ese gesto dramático, necesario de más esta decirlo, estoy seguro que lo sentirás, justo como le pasó a él.

Pero cuando termine aquella frase me pregunté si era verdad… ¿Quién decide cuando es el momento de juntarse? ¿Son las circunstancias o las personas las que vuelven una relación seria en un montón de muebles y una cocina remodelada en algún suburbio de la ciudad?

Un mensaje y… ¿Es mi turno?

—Hola ¿Qué es de tu vida?—le preguntó Cheo a Jonathan.
—Me estás haciendo la pregunta mas típica que se puede hacer en estos casos—replicó Jonathan

Después de eso él le dio una pequeña disertación sobre los últimos acontecimientos de su vida.

—¿Y los novios? —preguntó Cheo.
—Pues no tengo a nadie
—¿Alguien como tú?

Esas tres palabras se quedaron flotando en la cabeza de Jonathan… De repente le vino a la mente esa frase fatalista de “Siempre es mejor estar con alguien que te amé mas de lo que tu lo amas a él” ¿Era verdad?

Jonathan se ríe y replica:

—Pues aunque no voy a tratar de indagar porque me dices eso, si es perfectamente posible (y hasta natural) que alguien como yo este solo. Tal vez es también un poco de lo quiero así”.
—De verdad quisiera verte de nuevo. Me había hecho muchas ilusiones contigo.
—Ay por favor.
—Lo digo en serio, de repente tu también estabas esperando por mí, y este es el momento.

La gente del trabajo también se organiza.

Durante todo ese día la gente del trabajo de Jonathan no habló de otra cosa distinta a créditos de apartamento, mudanzas, novios… A las 6 de la tarde cuando Jonathan salió de la oficina al banco, y luego mientras se dirigía a casa se desvió al Sambil… Caminó por los pasillos y pensó… ¿Qué sentido tiene andar sólo si al menos tienes a alguien que quiere estar contigo? ¿Llego el momento de organizarse?

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El mejor amigo de una mujer




Les contare varias escenas para que vean que lo mejor que puede hacer una mujer en la vida es tener un mejor amigo gay, y no me mal interpreten.

Un nuevo ha llegado.

Diana esta soltera, pero no desesperada. Salió hace bastante meses de una relación complicada que se quedo prácticamente a las puertas del matrimonio. Superado eso, salió con dos tipos mas, y el último la engaño, pues resulto tener novia. De manera que cuando Diana se encontró con Gregorio, pensó que era su día de suerte. Al menos al principio.

Red de contactos.

Antonia le conto a Jonathan que en el nuevo proyecto en el que estaba trabajando había uno de los chicos que ascendió rápidamente en escala de cargos de la compañía, y que:

—De hecho entro en el mismo cargo que yo —le comentó.
—¿Y con quien se tuvo que acostar? —pregunto Jonathan, parte en broma parte en serio.
—Bueno el jefe de mi jefe, que tiene confianza conmigo me lo encomendó mucho y me dijo que “Le enseñara”.
—Fuerte… Supongo que ese jefe de tu jefe no esta casado.
—Nadie de nosotros sabe nada de su vida.
—Bueno equis —quiso finalizar Jonathan. Trataba de evitar caer en el tema gay, pues el también lo es.
—Lo horrible es que este chamo se intento sobrepasar con Luis —continúo Antonia—, y fue muy feo, yo le tuve que decir a Luis que se calmara, que bueno sea lo que sea el muchacho esta enchufadisimo y que mejor mantuviera un bajo perfil. Después de todo la cuerda siempre revienta por lo más delgado.

Después de darle varias vueltas al asunto, Antonia dijo lo que quería decir:

—Ese carajo y el jefe de mi jefe tienen algo.

Chismes de pasillos.

—El otro día vi una escena muy rara entre la señora de recursos humanos y este chamo —comentó Jonathan—, se hablaban con demasiada confianza, y la tipa lo invito a desayunar y todo.
—¿En serio? —pregunto una de las presentes
—¿Y de cuando acá ella es chévere?
—Bueno con el si lo es —siguió Jonathan—, de hecho la otra vez lo vi sentado en su oficina y ella no estaba. Si alguna otra persona de la oficina hiciera eso, ni te cuento lo que podría pasar.
—Yo lo vi una vez que ella estaba ahí, y el estaba jugando con una pelotica de goma contra la pared —comento otra mujer.
—Yo creo que ese chamo es medio raro —dijo la primera mujer—, es como amanerado y encima el otro día lo vi con una caja de Fruit Loops bajo el brazo y se las comió con leche en el comedor.

Hubo un silencio, y luego nadie dijo más nada.

Presentaciones

—Mucho gusto, Jonathan.
—Mucho gusto, Gregorio.

Dos días después se vieron en el pasillo y se ignoraron.

Ella no sabe.

—Bueno es que me esta echando los perros este chamo ¿Sabes? El que se la pasa con Antonia.
—Umju
—Es bello, es un moreno hermoso, pero no se. Hay algo que no me cuadra.

Jonathan no lo conocía pero luego se dio la oportunidad con una lata de atún.

—Diana con ese instrumento nunca vas a abrir esa lata —explico Jonathan—. La única esperanza es abrirlo con un cuchillo, pero no lo voy a hacer yo… ¿Por qué no le dices a tu pretendiente?
—¿Lo llamo?

El pretendiente llego, y como todo un hombre, le abrió la lata a Diana usando un cuchillo de cocina.

Al rato Diana le conto a Jonathan como iban las cosas:

—Bueno ¿Lo viste? Es hermoso verdad —Jonathan sólo torció la boca en un gesto—. Hemos salido varias veces, pero no sé…
—¿No sabes qué? Es decir este tipo se ve como quinientas veces mejor que tu anterior relación.
—Yo se ¡Yo se! Pero es que cuando salimos la pasamos bien y todo, pero… Hay algo que no me cuadra. No se explicarlo, no se.

En el almuerzo también se chismea.

—Adriana también esta pendiente de él.
—¿No es demasiado vieja para él?
—No vale Adriana es como de la edad de nosotros.
—Sera de la tuya.
—Como sea gafo, pero igual no es tan vieja es lo que quiero decir.
—¿Y a todas estas de donde salió ese tipo?
—Bueno esta aquí trabajando en nuestra división para ese proyecto que tiene meses.
—Entiendo —comentó Jonathan.

Colisión de pensamientos.

Jonathan se sentó a en su cama a atar todos los cabos, y pensó que la mujeres que creen que saben, no saben nada, y las dicen no saber están en lo cierto.

“Pero no es mi problema ”, escribió y luego pensó que “y tampoco nadie me pregunto”

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La imagen de esta semana es cortesía nuevamente @DannEpp_
Pueden ver un poco de su trabajo acá http://www.flickr.com/photos/daniel_fdv/