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Algunos tipos de gay y estar dentro de Narnia (puede ser una especie de continuación del post anterior)


Estaba tratando de subir una foto hetero/gay/look. Fallé.



Una vez me dijeron que estas cosas que escribía eran como una especie de guía de supervivencia para los no iniciados. Abrí este documento pensando en volver un poco a mis raíces, es decir, tratar de ayudar aquellos que hoy en día buscan guías en internet. No obstante, ayer fui a una discoteca y noté lo bajas que eran las edades promedio de las personas que me rodeaban y lo felices que parecían. Comencé a preguntarme si soy yo quien ahora –nuevamente- necesitaba esa ayuda. De hecho a veces vas a un lugar e incluso puedes adivinar a cuál colegio pertenece cada adolescente que está ahí.

—A ese… A ese lo sacaron el closet en el primer año de medicina —estaba en el segundo supuse.

Temblé al escuchar la frase “sacaron del closet”. En mi época las cosas no funcionaban así. Las maricas malas a las que les gustaba hacer outing sólo se dedicaban a esparcir rumores hasta que finalmente entrabas en una situación en la que todo el mundo sabía menos tú, lo cual permitía que siguieras siendo la persona mas feliz del mundo. No me había dedicado a reflexionar que brutal es ahora ahí afuera.

La gente ya no habla a tus espaldas, te enfrentan y te preguntan de directamente como si eso fuera problema de ellos. Tal vez por eso ya no solo se requiere discreción para permanecer en el closet y ahí es donde comienzan mis historias de hoy.

L.

L, es un hombre relativamente exitoso, que vive en Valencia y trabaja en una gran empresa. Aunque piensa que nadie sabe él esta en ese punto que describí arriba. El problema con L es que es inocente. Mientras el va por la vida creyendo que en su trabajo nadie habla al respecto y ninguno sabe, lo cierto que la gente se divierte provocándolo y viendo como se enreda para ocultar lo que esta a la vista de todos. Sin embargo L no es tan bueno como aparenta. Acostumbrado a esconderse para nada y sin saberlo, L es motolito. Para los que no sean de aquí les refiero un dicho popular: “Tira la piedra, esconde la mano”. Tener una relación con L puede implicar un numero extra de personas involucradas de las cuales nunca tendrás certeza. L es todo un misterio.

JJ.

Los JJ son dos, pero sus historias son parecidas. Una mitad de la familia lo sabe (La mamá), la otra no, pero lo sospecha (su papá). JJ esta claro, todos están al tanto o casi seguros, pero él mantiene una actitud confiada. En ese sentido nadie jamás le ha preguntado (salvo su mamá). El dice “Si alguien me pregunta se los digo”, pero también tiene la certeza de que por su actitud nadie lo hará. Pero no todo es así en la vida de JJ. Él es exigente así que mejor se alguien emprendedor o estás fuera.

Gisus

Gisus es homofóbico. Esta enfermo y presenta otros síntomas de ese padecimiento. Una vez comentó que cree en los campos de concentración (no precisamente para los judíos) y luego lo descubrí cuando se adjudicó una historia de amor que le pertenecía a su hermano ¿por qué miente? Aún no lo sé, pero mientras lo averiguo pienso que se debe a que siente que ser homosexual es de personas débiles. No soportaría ser juzgado de la forma en que lo hace desde la comodidad de su closet. Pero cuidado con Gisus. Tengo la sospecha de que acostarse con el debe ser el equivalente a hacerlo con una mantis religiosa.

Novios

Esta historia es tan común, este espécimen es tan peligroso y hace tanto daño que prefiero no darle nombre.

Lo cierto es que Novio tiene 2 relaciones. Una con su novia. Ella le da poder. Con ella va a los matrimonios y a las pequeñas fiestas que sus otros amigos heterosexuales organizan en sus nuevos apartamentos comprados 2 años antes cuando aún una persona exitosa en este país podía optar un crédito (Tema de otro post, pero digamos que la inflación a colocado muy alto el listón el éxito económico). Mientras está con su novia en el apartamento de su amigo junto con otras 3 o 4 parejas más, Novio no puede dejar de pensar en dos cosas: 1) Si algún día mientras esté en esa reuniones dejará de pensar que le falta algo 2) En si luego de la fiesta deberá tener sexo con su novia y como hará para escaparse de eso.
Lo peor y lo mejor a la vez de la historia de Novio es que su actitud heterosexual le da cierto poder y él lo sabe. El hecho de que este engañando a una mujer y se vea obligado a ser más masculino de lo que normalmente sería hace que los otros gays se mueran por él. Es como un circulo vicioso.

Estar con Novio implica que no serás tu quién vaya al restaurante caro o se quede a dormir en su casa.

Carro

Estoy en el carro con unos conocidos esperando por mi amigo –quien es el conductor- mientras pasa un digno espécimen de la valencianidad. Los otros empiezan a destruirlo.
—Seguro habla sobrado.
—Seguro es buscapleitos
—Seguro tiene una novia de mentira
—Seguro va a la playita.
—Seguro ustedes se están muriendo por él —dije.

Ambos rieron. Era cierto.

Mas adelante, ya en camino, Kid Icarus (se llamará así) dice:

—Lo peor es que los mejores partidos son los que están más enclosetados y por eso a la vez es difícil dar con ellos.

Tal vez en esa frase estaba la respuesta de todo. Por un lado estaba esa necesidad intrínseca de identificar al otro (por ejemplo la que yo puedo tener con Gisus), pero por otro lado esta ese sensación de que una vez que lo sepa ya no será lo mismo. Esta persona ya no será tan interesante. Es como si deliberadamente jugáramos a ser mas mordaces, pero no por alcanzar la verdad, sino para complicar mas el hecho de mentir y a la vez hacer mas interesante al que lo logra (ni yo mismo entiendo eso, pero se los dejo ahí).

De manera que si eres de esos pocos que anda por la vida desorientado (aún mas que yo) y de casualidad te topas con estas letras, ten cuidado con todos esos gays que te describí. La vida ya no es tan fácil y si buscas poder debes parecer heterosexual. No te enamores de los que tienen novia, siempre pregunta y alejate de los homofóbicos por mas sexies que creas que son, tal vez tienen un sótano donde guardan a sus victimas.

O mejor solo deja este documento como una anécdota y simplemente sal.
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El aspecto hetero y cómo nos odiamos a nosotros mismos





En la búsqueda del bien llamado respeto y la no tan necesitada “aceptación”, hay personas haciendo grandes cosas, como mi amigo Daniel (Ver: No soy tu chiste). Sin embargo, aunque comulgo totalmente con su propuesta, no es mi estilo hacerlo de esa forma. Digamos que yo soy un poco mas… Lowbrow.

Hay muchas frases clichés acerca del respeto. Una de las mas usadas es “Nadie te respetará si no te respetas a ti mismo”.  Un día comprendí eso cuando salí con un sujeto que ni siquiera espero que terminara la semana para decidir que quería acostarse con alguien mas (en mi cara). Antes de eso sólo podía conversar incesantemente sobre su ex y como todo lo que se prometieron en un aeropuerto había terminado en mentiras pues ahora el estaba en algún país islándico pasándola muy bien. Una loca (son sus palabras, no las mías) le había pasado toda la información (Vean: Probablemente esa loca también quería con él, pero como no funcionó decidió hacer la maldad). De manera que me hallaba yo en algún lugar que prefiero no nombrar escuchando frases como las “maricas malas”, cuando me di cuenta que no me había comprado una franela nueva, ni había decidido ser mi mas fabuloso yo, para tener ese tipo de conversaciones.

—Verás… Detesto el uso de la palabra loca —le dije—, todos somos maricos.

Se me quedo viendo de una forma indeterminable. No pude adivinar como se tomó eso.

—Ya veo —respondió.
—No lo digo por mal —seguí—, yo sé que tu no lo haces con mala intención, pero odio eso.

Lo cierto era que jamás le había dicho eso a alguien, pero apenas terminé esas dos frases descubrí que eran ciertas.

Una cosa es “fuertear” un ratico y hablar como gente “chió” (palabra hermosa que descubrí recientemente con un nuevo amigo, tema de otro post) y otra muy distinta es estarse comportando como si tu fueses sustancialmente diferente del resto. Te tengo noticias: Tu no eres mas especial que el resto, ni demasiado diferente. Como mi amigo, ese que tenia su novio en algún pedazo de hielo por ahí, y mientras dedicó una semana de su vida a decirle loca a todo el mundo resultó que el no era sustancialmente diferente cuando de la nada conoció a alguien en una plaza y a las dos horas estaba acostándose con él ¿Cuál era la diferencia entre él y el ex? ¿Cuál era la diferencia entre él y la loca que le pasó la información ahora?

No me lo tomen a mal. No estoy sangrando por ninguna herida (eso pasó hace casi 3 años), simplemente lo cuento para seguir ilustrando el punto: ¿Acaso él no se estaba destruyendo un poco a el mismo hablando de esa manera? ¿Por qué hay gays que se creen tan especiales y dignos cuando hablan de otros?

En toda esa escala de gays que hablan mal sobre personas que son iguales a ellos, hay unos que salen especialmente perjudicados: Los mas afeminados. Estos habladores, que son los primeros que compraron la entrada para el concierto de Britney o Beyoncé, que tienen una cuenta Premium en Mercado Libre® por haber comprado miles de jockstraps y ropa interior aussieBum®, que dedican una cantidad impresionante de tiempo en quemar a alguien por Twitter®, son los mismos que se sienten altamente superiores a esos hombres que deciden usar bolsos y trabajan en un peluquería. Me pregunto ¿Qué los hace tan especiales y cuál creen ustedes que es la diferencia real entre ellos? Para ver mas allá siempre me le pregunto a las personas que piensan de esas mujeres que hablan incansablemente de sus amigas putas. La respuesta por unanimidad es que siempre “que ellas son putas también y además es una mala amiga”. Creo que esto puede aplicar a otros ámbitos.

En estos días cuando ha irrumpido la moda fitness, cada día parece estar mas arraigada entre nosotros y no creo que se vaya a ningún lado pronto, la brecha entre los gays especiales y no tan especiales crece un poco más porque ahora entra en juego el aspecto. Es así como escuchas todo tipo de barbaridades tipo “esta se cree mujer”. Ayer, sin ir muy lejos, estaba en una discoteca, cuando de repente llego un tipo vestido con una franela pegada, un jean pegado (no creo que fuese de su talla) una gorra (era de noche) y unos tenis amarillo fluorescente a juego con su gorra. Terrible. Eran uno de esos atuendos que sólo se ponen hombres heteros que tienen novias machistas las cuales se sienten ofendidas apenas ven algún intento de vestir bien por parte de su hombre.

Pero mientras yo estaba pensando que era terrible, este tipo además de estar flanqueado por tres similares saludó a mas de nueve personas. Era lo mas popular del lugar en ese momento. Ni siquiera era musculoso. Era grande, tipo esteroides-grande/pero/deje/el/ejercicio. Mientras mas pasaba el tiempo mas gente lo rodeaba y él parecía disfrutarlo mucho. El pantalón le quedaba en la mitad del glúteo y se le veía la ropa interior. Esto activo múltiples cosas alrededor de él. A pesar de todo lo anterior comencé a pensar que era un tipo exitoso. De alguna manera había decido interpretar un papel y con el mismo estaba consiguiendo toda la atención que quería.

Fue viendo todo eso lo me que hizo entender que nadie nos respeta porque nosotros nos odiamos a nosotros mismos. Somos maricos, nos gusta un pene, pero decimos cosas como “Cada vez contratan mas gays en mi trabajo y eso me preocupa”. Somos gays y nos gusta cantar “Single Ladies” en la ducha, pero cuando salimos a la calle interpretamos un personaje. Salimos con alguien diferente cada semana, pero hablamos de otro mas que hace exactamente lo mismo, pero en forma sincera. Deseamos ser ese hombre hetero que nunca seremos, dejamos un poco a un lado lo que nos gusta solo por el simple hecho de que eso no vende, los heteros no nos respetan por eso y nosotros mismos menos. Odiamos lo que vemos en el espejo, así que por eso agarramos nuestra camisa Columbia, buscamos un jean ancho y usamos unos zapatos que no combinan. Hablamos mal de otros gays, no por ser malas personas, sino por ser gays. Nos creemos mejores. La frase cliché es cierta… aparentemente.