Mi mejor amiga se enamoro de mi, II.

Lee la primera parte de esta historia en la entrada "Enamorarse del mejor amigo".

“Siempre es mejor lo que pasa”. Un refrán popular y que, créanlo o no, nunca había escuchado realmente o no le había prestado atención. Esa frase contundente fue la que tarde o temprano me hizo abrir los ojos.

Luego de la conversación con Llovizna, disimule en seguida de la segunda clase para fingir que me sentía mal y no salir esa noche, parece que además de soportar el hecho que ella estaba con otro, tenía que aguantar al “señor” que se me había adelantado. En la casa y dubitativo, me lamentaba de mi pésima suerte. No cabía en mi asombro por lo que estaba pasando, justo cuando yo me decido ya es demasiado tarde…

Aún descompensado, al día siguiente fui a hablar con mi tía la espiritual. Ella percibió a los segundos lo que estaba pasando, no por sus cosas religiosas, ni por que tuviera poderes o algo así, sino por que jamás le había contado a algún familiar, diferente de mi prima la bella, una experiencia tan personal.
—Bueno Sandum, son cosas que pasan, y que nos ayudan a aprender —me dijo—, pero creo que no tienes todo perdido, de todos modos deberías intentar hablar con ella… Pero recuerda algo, siempre es mejor lo que pasa.

La charla con mi tía me refresco el panorama, pero las cosas no pintaban bien para mí. Durante la siguiente semana aguarde pacientemente el momento para decirle a Llovizna mi discurso, entupidamente ensayado en un espejo. Estaba preparado para un rechazo espectacular, pero en el fondo esperaba un abrazo y unas palabras parecidas a “lo hice para darte celos”. Desafortunadamente mi vida seguía en formato película, pues siempre éramos interrumpidos, o me tragaba la lengua, o me quedaba lívido cuando por fin había un silencio entre nosotros. Total que llego el viernes y de alguna manera todos los amigos de pachanga cuadraron un mega plan que incluía visitar a todos los sitios del pueblo. Yo no me pude negar, pensando que mas tarde en la noche se presentaría la oportunidad de hablar con Llovizna.

Entrada ya la madrugada y luego de haber entrado en el último de los sitios, sucedió lo inevitable… En la pista de baile estaba el. Lo busque ansiosamente con la mirada cuando Llovizna lo señalo, tratando de no parecer idiota, pero me sentí peor. Mi rival era uno de los muchachos mas populares de aquí, cosa que yo en esa época estaba lejos de ser, y además tenía un gran sex appeal. Me sentí ridículo, como una especie de cucaracha, de esas que salen de día solo para ser aplastadas pues ya se están muriendo. Se me metió en la cabeza la idea, que era obvio que Llovizna le gustara un muchacho así pues inclusive a mi me llamaba la atención. Solo ahora que plasmo esta idea en las líneas, me río de mi mismo, ¿Me gustaba el chamo que era el novio de la chama que también me gustaba!

Pero Carlos no era el novio de Llovizna, y necesite de unos minutos para confirmarlo. El joven la ignoro olímpicamente durante el resto de la noche, y mientras yo bailaba con ella, tenía que soportar comentarios como “no se por que me trata así”, “no entiendo por que me ignora”. Desde ese día, sólo por ese momento, jamás pude ver a Llovizna igual. Me pareció una muchacha equis más, de esas que se rebajan por estar encima de un hombre. Parece que después de todo no era tan diferente.

Finalmente vino el cierre de la noche. Cuando nos disponíamos a irnos, ella decidió quedarse. Visiblemente molesto (creo) le pregunte:
— ¿No vienes con nosotros?
—No vale, todavía no me quiero ir por que… —y se corto, parecía que mi evidente molestia, había dicho todo lo que mi boca no pudo durante esa semana— ya conseguí con quien irme, y vamos muy apretados en esos carros.

A partir de esa noche, comencé a superar la etapa Llovizna. Empecé a ver el lado positivo de las cosas y no me preocupe mas por decirle nada, entendí que siempre es mejor lo que pasa. Pero había sido tan evidente esa noche, que en una de las tantas conversaciones Llovizna me pregunto:

—Se que tienes tiempo pendiente de decirme algo… ¿Qué es?
—No lo creo, hablamos todos los días, si tuviera algo que decirte ya lo habría hecho.
— ¿Estas seguro?
¿De verdad estaba seguro?
—Si, completamente.

Y paso el tiempo, Llovizna se olvido de su fucking boy, pues nunca llegaron ser novios realmente, vinieron otras historias, y un tormentoso amor, que termino algo trágico para ella, pues al parecer el hombre la dejo por ser muy posesiva. Durante ese tiempo Llovizna se retiro de la universidad y como la veía menos, dejo de importarme… Mi vida volvió a la normalidad.

Paso mucho tiempo, y con Llovizna inscrita de nuevo en la universidad, cierta noche me dijo:

—Sandum hay algo que siempre quise decirte, y que tenía previsto hacerlo cuando te graduaras y te fueras de aquí.
—Si —dije yo, sospechando el asunto, pero incrédulo por otra parte— ¿Y que será?
—Tú siempre me gustaste.

Fue como regresar atrás en el tiempo. Era como verme a mi, meses atrás tratando de decirle lo mismo a ella.

—Nunca me lo imagine, —fue la tontería que le dije, y de nuevo como a borbotones me salieron las palabras—: tú también me gustabas.

Aún no se por lo dije. Ya en esas fechas tenía a alguien muy diferente en la cabeza (un hombre), tener algo con ella en ese momento estaba totalmente fuera de lugar. Le comente por que no se lo había dicho antes, y le explique que en tanto tiempo, ya lo había superado. Pero al parecer ella no entendió la última parte. Retornamos de nuevo a las conversaciones subidas de tono, a los besos de medio labio, a las miradas cómplices. Yo sin saber que hacer, no me atrevía a hacerle un desplante. Por esa época también otros de nuestros amigos estaban empezando un romance, y era algo así como el dos para dos. Lo único que pude sacar de esa platica, y me alegro por ello, es que desde el principio y cuando pensaba declararme, yo si le gustaba a ella, sólo que como no me decidía ella abrió sus horizontes, pero nunca me olvido —pese a lo novelero que pueda sonar, pero es lo que ella manifestó— y ahora que estaba sola otra vez, pues nada le impedía decírmelo.

Use todas las formas sutiles para rechazar a Llovizna. Empecé a esquivar sus señales, pero comencé a pisar los terrenos de la incomodidad. Luego comencé a evitarla, no frecuentaba las reuniones donde sabía que ella iba a estar, y parece que luego de un tiempo todo volvió a la normalidad; volvimos a ser amigos.

Cierta noche, ya en esta época actual, salimos a una fiesta de la cual me dieron 4 pases. Como no tenía con quien ir, invite a mis amigos casados (los que empezaron su relación cuando Llovizna empezó a andar tras de mi nuevamente) y le dije a Llovizna que me acompañara. En cierto momento comente:
—Yo siempre invito a Llovizna a bailar, pero se que ella no le gusta lidiar con mis 2 pies izquierdos.
—Si supieras —susurro ella.

Esa noche termino en una discoteca donde nos encontramos a mi hermana y al día siguiente me pregunto:
— ¿Tu y Llovizna son novios otra vez?

Tal parece que las cosas están hechas para que las queramos cuando no las podemos tener, y las tengamos cuando no las podemos querer. Sin darme cuenta viví mi propia novela con ella, pues solo como referencia les diré que todos estos hechos ocurrieron en un periodo de 7 años… Soy bueno para resumir ¿No?

13 comments

lodariatodo | 18 de febrero de 2008, 22:25

mmm q bello q eres...gracias por la ternura de varón...la preservaste y te preservaste.

Sandum | 19 de febrero de 2008, 12:29

Gracias daria...

Miss Neumann | 19 de febrero de 2008, 13:40

el tiempo muchas veces no ayuda! maldito timing!

Erwin García | 19 de febrero de 2008, 13:46

Qué buen post, qué buen relato, me gustó con la elegancia que lo escribiste. y el humor sublime e irónico: "Durante la siguiente semana aguarde pacientemente el momento para decirle a Llovizna mi discurso, entupidamente ensayado en un espejo", jejejeje. Muy bueno. Saludos.

Sandum | 20 de febrero de 2008, 7:29

Miss Neumann tienes toda la razón, falta de tiempo es la historia de mi vida, thanks!

-0-

Gracias Erwin! Te remito a que leas la primera parte de la historia ("Enamorarse del mejor amigo), digo, ya que te gusto, y asi captes el mensaje completo que quise transmitir... Gracias por tu visita!

Vetado para el amor | 20 de febrero de 2008, 10:57

OE.. PRIMERA VEZ QUE TE VISITO... ME DIVERTÍ MUCHO Y ME HICISTE RECORDAR BUENOS TIEMPOS, CREO QUE YO YA NO ESCRIBO HISTORIAS ASI...
ABRAZOS Y DIOS LE PAGUE...

TE AGRAGUÉ EN MIS ENLACES ESPERO NO TE MOLESTE...

Unknown | 22 de febrero de 2008, 11:55

¡CUIDADO! pueden decir que te robaste este post porque hablas de que a una niña (straight) le gusta un niño (gay) y por favor no uses la palabra estereotipado :p jejeje.

Me encantó que dijeras que leerme era como leer una barbie... eso es precisamente lo que busco con mi blog, tener un mundo rosa en el que la gente por 5 minutos sea felíz. Nada de profundidad, mucho de frivolidad... si quieres profundidad busca el periódico.

=)

Sandum | 22 de febrero de 2008, 15:52

Hola amiga buh... Nunca pensé que podrías leer algo aquí... Pero me confundiste.. Me Regañaste o que? Jajaja no vale, hablando en serio, no fui yo quién te dijo eso de la Barbie, a mi en lo particular me encanta tú Blog, la única razón por la que no le tengo un enlace en el mío es por que nuestros temas como que no pegan... Y bueno sí me denuncian por plagio, puedo llevar a todos los prota de esa historia pues es algo 100% real... Y creo que esteriotipado no está en mis líneas, sin embargo tomo nota, y sí algún día se me ocurre usar esa palabra me acordare de ti y le daré a suprimir! Saludos!

Unknown | 22 de febrero de 2008, 22:06

Ahh entonces seguramente te confundí.. jajaja es q comentaron por allí q leerme a mi era como leer a una barbie y pues en verdad me causó mucha gracia el comment.

SORRY! =)

Monchis | 12 de marzo de 2008, 14:04

Hola Sandum,

Una de las características trágicas del amor en que no llega cuando lo queremos y si llega no es de quien deseamos, y si deseamos a veces ya no es el momento.

De todas maneras eso es parte de la vida, que le vamos hacer.

Muy buen post,

Saludos,

Daniel Lara F. | 15 de marzo de 2008, 23:43

vuelvo y te repito: tremendo golpe.
Saludos

Caribay D.M. | 12 de octubre de 2008, 23:29

Este post fue como... no sé como describirlo; probablemente estas cosas sólo te pasen a tí y al coyote.

Anónimo | 15 de mayo de 2013, 6:30

LA VERDAD NO ENTENDÍ PORQUE EL CAMBIO DE TITULO, PERO SI ME LO EXPLICARAS SANDUM ESTARÍA MUY AGRADECIDA Y TU HISTORIA ME ENCANTO... DE AHORA EN ADELANTE TE LEERE-.-