¿Cómo sabes cuándo todo se acabó?



¡Oh terminar con alguien..! ¡Oh que alguien te termine..! Gran parte de la vida se nos va en ello. Cuando la gente se casa, firma un acuerdo prenupcial, es decir antes de dar el paso ya están hablando cómo van a terminar y lo que cada uno quiere en el proceso. Luego vienen largas horas de deshidratación junto a la almohada, charlas interminables con tus amigos mas cercanos donde ellos harán todo lo posible por estar de tu lado y lo mas importante: viene un periodo donde te dices a ti mismo que no es tu culpa.

Pero las cosas se acaban cuando se acaban (duh!) y cuando un amigo te llama y te cuenta lo que pasó o cuando tu lo llamas a él para decirle, en realidad le estás soltando algo que él ya sabía, porque el último en darte cuenta que todo se acabo siempre eres tu mismo.

¿Cuándo se acabó lo de M. y Sr. Intenso?

Pocas cosas me obsesionaron mas que la ruptura de Sr. Intenso con su otrora marido y compañero de negocios. El nos contó un día, luego de eso yo dije de todo, lo regañé y finalmente terminé hablando un poco de ello la semana antepasada, para alivio de mis amigos quienes seguramente ya estaban hartos de escucharme.

Pero en serio yo no dejaba de estar obsesionado con el tema. Luego de cenar con alguno de mis amigos llegaba a la casa y no dejaba de pasarme del escritorio a la cama y de la cama al escritorio. Prendía la computadora y trataba de dejarlo ir, pero luego no tenia mas remedio que comportame como una marica chismosa cualquiera y seguía fastidiando a todos con el asunto y finalizaba con frases tipo: “yo no sería capaz de hacer algo así”. Pero luego cuando cerraba el chat me preguntaba ¿y si en algún momento era capaz? o peor aún ¿y si quien estuviese conmigo en un momento determinado era capaz?

Después me puse a pensar que tal vez no era un tema de capacidad o escrúpulos, tal vez era mas que allí no había nada y ninguno de los dos se había dado cuenta que todo se había acabado, como también acotó Sr. Controlador en algún punto. Recordé un día que salí con Sr. Intenso y hablamos entre otras cosas de Blandi y sus castings, luego surgió el tema del verano ardiente y para mi sorpresa llegamos a la conclusión de que todo esa ira que tenía acumulada se debía probablemente a los dos meses sin nada de nada. Claro, en esa época M. estaba lejos por motivos familiares, pero siempre cabe la pregunta ¿cuánto tiempo puede aguantar una relación sin? ¿a pesar de que tengas problemas no te dan ganas de tomar un avión o bus y atender ese asunto? Después de todo, forma parte de la pirámide de Maslow.

Luego recordé un día que él nos dijo:

—No se cómo explicarlo, pero a mi me gusta la persona que soy cuando estoy con M.

Y cada vez que repito esa frase en mi cabeza tengo que decirme que eso de ninguna forma puede estar bien. Ser otra cosa, por más que te haga feliz, debe cansar.

La comezón del séptimo año y las dudas del decimo (y pronto el onceavo).

Yo supe que todo se había acabado en Sr. Controlador y J. un día que nos encontrábamos compartiendo un dulce y surgió el tema de organizarse.

—Yo no sé si lo que te genera dudas a ti es que el apartamento este solo a nombre de uno de los dos, pero hay formas legales en que pueden resolver eso, mucha gente lo hace —le explico y J. se me queda viendo, creo que o bien no le da crédito a mis palabras o tal vez fue que llegué muy lejos metiéndome en un tema que no es mi problema.
—Yo le he dicho eso —dice Sr. Controlador

Pero entonces el aire cambia. J. dice algo que tal vez no recuerdo por ininteligible o porque no tenia ningún tipo de sentido. En ese momento era el 9no año.

—Su mejor plan es que nos mudemos a casa de su mama en un anexo o algo así. El quiere comprarse una camioneta —me dijo luego Sr. Controlador.

Y eso me dolió. Me dolió por él que merece mucho mas que un ser humano terco que no puede entender a nadie mas que a él mismo. Me dolió por el tiempo perdido ¿quién nos garantiza que luego de 10 años de conocernos alguien de verdad va a entendernos? Ese día me deprimí y me prometí que jamás me sacrificaría tanto por una persona. Me dije que si era necesario terminaría solo y orgulloso.

Luego recordé otras cosas como cuando lo conocí en las puertas del 5to año y me pareció que no se trataban del todo bien. Reviví la época en que rompieron brevemente y mi amigo parecía mas feliz, mas o menos en el séptimo año. También me pasee por los recuerdos de ese tal vez octavo año, donde se abrió la puerta y J. fue a un viaje a la playa y compartió con todos los amigos de Sr. Controlador ¿cómo se me metieron en ese desastre?

Luego leo un tweet:

‘@Frankstopper: "Sólo porque te acostumbraste a algo no significa que te guste"’

Y sigo sin saber que pensar.

Y las amistades también mueren

—¿Y él todavía me odia? —le pregunto.
—Don’t know —responde él—. Esas peleas de ustedes son chimbas.

Entonces supuse que le había contado cualquier cosa de mi, pero qué importa de todos modos.

—Si, son chimbas —digo simplemente.

Jude y el no saber qué hacer

—El otro día Sr. Arrogante me escribió por Grindr®
—¿Por qué tienes eso en tu teléfono? —le pregunto.
—Tu también lo tienes.
—No es el punto. Continúa.
—El punto es que puede que vuelva a salir con él
—¿Para qué?
—No lo sé.

Luego me pregunto si tener la aplicación en mi teléfono puede generarme alguna situación. Recordé cuando alguien le dijo a Sr. Indeciso que yo estaba en esa red, seguramente para sembrar algún tipo de reconcomio entre nosotros.

Entonces decido borrarla. Lo mío aún no se acaba.

¿Se acabó o no se acabó?

En mi post pasado dejaron un comentario. Luego de leerlo pienso que cuando caes en ese loop y ya no están en sintonía probablemente es el momento en que ya se acabó.

Tal vez algo así fue lo que le paso a Sr. Valencia y Blandi. Unas personas con material para ser una power couple, pero que simplemente no podían tener un plan juntos.

—Yo me sentía como un accesorio estando con él —llegó a comentar Blandi en una ocasión.

Aunque el tiempo que estuvieron fue muy breve, también recordé un viaje nefasto a Maracay donde Sr. Valencia hizo tantas pataletas que si yo hubiese tenido una vida satisfactoria en el liceo tal vez me habría identificado, pero no es el caso. El caso es que probablemente ese fue el día en que todo se acabó porque ¿qué esperar de la vida y de la otra persona cuando no la pueden pasar bien por el simple hecho de estar juntos así estén pisando un charco de sabe que Dios en un antro? ¿no se trata de eso?

Lo que si definitivamente se acabó es este post.



¡Nos vemos el otro fin!

1 comment

Anónimo | 6 de julio de 2014, 13:03

Sabes que se acabó cuando compartir con cualquiera es mas grato que estar con quien es tu pareja. Sentir un fardo pesado, una sensacion de lastimacompromiso, un cuanto falta para que se termine, fantasear con que llega un dia y te dice que sale con alguien y encontrar un secreto y placentero alivio. Eso es esa desconexión definitiva a la que llamamos "terminar"