Diciembre


La navidad en nuestro país parece ser una época para flojear mas de lo acostumbrado. Es el mes de ligar de que no le pase nada a tu carro porque difícilmente conseguirás un taller cuyo encargado no te diga “Tráigalo en enero”. Es el mes donde se te olvida trabajar porque el 70% de la gente que conoces comienza a salir de vacaciones, a trabajar a media marcha en sus negocios y entonces tienen muchísimo tiempo para invitarte a beber y/o almorzar un miércoles. Luego llegas a la oficina con resaca el jueves y quieres que tu asistente te haga un café con leche del tamaño de tu cabeza, pero no consigues ninguno de los dos porque ella te dice “En el mercado no hay nada, la gente esta como loca”. Pasas todo el día en internet.

Pero diciembre también es el mes de pensar lo que logramos en el año y luego darte cuenta que necesitas mas fiestas para lidiar con la presión de lo que no conseguiste. Entonces comienzas a comer pernil y engordar. O como en mi caso dejas de comer y entonces rebajas. Lo cierto es que todo el mundo en verdad anda como loco.

También comienzas a pensar mucho en la soledad, especialmente si no tienes ninguna relación seria a la vista. Porque de repente todo el mundo esta en pareja. Todo el mundo tiene un ser significativo al cual regalarle un Nintendo 3DS® o unos botines de 6mil bs de Bosi®. Tu amigo que se quejó todo el año de no tener dinero para pagar el seguro del carro de repente no solo tiene novio sino que además se las arregló para comprarle un regalo de 8mil Bs. (Que no incluye el juego, por lo que debes añadirle 2mil mas). Y lo peor es que tu lo acompañas y decides que también necesitas un Nintendo®. Diciembre también viene con deudas en la TDC.

Después están los viajes familiares. Reservan cosas costosísimas y todo gira en torno la comida y los bebés. Tu hermano hizo las reservaciones y todo el mundo esta compartiendo una habitación menos tú. Eres el único que esta solo en ese cuarto y cuando cierras la puerta te da fastidio y deseas volver a tu vida del resto del año, donde no se tiene tiempo para pensar en esas cosas. Odias Diciembre y sigues pasando las tarjetas de crédito haciendo caso omiso al plan que habías mantenido durante todo el año para “apalancarte en forma segura”.

Pero bueno, luego de que leo los párrafos anteriores pienso que tal vez Diciembre también es el mes de recapitular. Pero no para hacer un estúpido video de Instagram® con “tus mejores momentos” (básicamente fotos sin camisa, en el caso de algunos). Es como para tocar fondo, deprimirse un poco y fingir lo contrario mientras te ahogas en comida que luego te repugnara el resto del año gracias al exceso. Es el mes donde te regalan botellas y llenas el barcito para el resto del año. Es como lanzarse del trampolín, tocar el fondo de la piscina, arrodillarse y agarrar impulso para salir nuevamente a flote y decir: Los próximos 11 meses serán geniales.

¡Hasta el otro sábado!

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