¿Quieres evitar un lío de “suspensorios” con algún amigo? Algunas anécdotas que te pueden servir


Conozco a los amigos de alguien que en Twitter® es muy popular. En realidad y contrario a lo que pudiera parecer, esta persona no me interesaba mas allá de su aspecto físico y de hecho por eso fue que le empecé a seguir. Sucede que esta prácticamente casado y me ha costado mucho saber quien es su novio. En todo caso no es por algo malo que quiero saber (en serio).

La situación me intriga porque según los tweets del popular, este hombre es el amor de su vida. Siendo Valencia como es, siendo él como es (guapo) cabe preguntarse ¿Cómo llegaron a ese punto y como jamás nadie pudo meterse en su relación? Miren lo difícil que es:

El O&G de Blandi

Cuando se habla de mejores amigos Blandi enseguida recuerda a O. No lo culpo ni siento celos o algo parecido principalmente porque O. Ya no está en su vida. También se debe a que la historia de cómo terminó esa amistad es tan… No tengo un adjetivo.

Todo empezó como las mejores amistades: En la universidad. Estudiaban lo mismo, compartían las mismas clases, blah blah blah. De repente todo su circulo de amistades se preguntaba si tenían algo. Las invitaciones para fiestas y celebraciones en el caso de ellos siempre venían con la coletilla “dos personas” y si la misma era entregada personalmente con las frases:

—Puedes traer a Blandi.
O bien
—Puedes traer a O.

Todo era felicidad, hasta que un día algo cambió. Blandi se vió con O., y este le contó que había conocido a alguien que le gustaba muchísimo. Ambos estaban felices por eso y la cosa marchaba bien.

Pero entonces la historia se pone borrosa. G. se hace una persona corpórea para Blandi y le dice que gusta de él. Luego para completar el asunto G. no quiere saber nada de O. pero este se niega a aceptarlo. Un día cuando Blandi esta de vacaciones por Europa, O. se encuentra con un amigo y comienza a dar la tabarra sobre lo mucho que le gusta G. y lo mal que se siente que él no le preste la misma atención. Entonces viene la bomba: El amigo, con varios cócteles encima y cansado de escuchar lo mismo una y otra vez repite aquello que le fue dicho en secreto de confesión:

—Ya deja la mariquera con G. el no te va a parar bolas nunca, esta pendiente de todo el mundo menos de ti ¡hasta con Blandi quiere!

El amigo borracho, incluso en su confusión de cócteles baratos supo que había ido demasiado lejos. Al día siguiente le escribe a Blandi para contarle. El le escribe a O. pero solo recibe un “Ok” por toda respuesta.

Luego tienen una pequeña conversación, pero se insultan y todo sale mal.

Y luego Blandi intenta retomar la amistad pero nada parece sacar a O. de su ensimismamiento.

Y… Ya no hubo luego, porque ahora no se hablan.

La pareja perfecta

Todos conocemos a una pareja perfecta. Hacen todo juntos, se aman, se adoran, pero de repente todo se va al demonio. Las parejas perfectas deben lidiar con un montón de energías negativas a su alrededor.

Ese fue el caso de Santi y su novio, uno estudiante y el otro artista plástico por decirlo de alguna forma. Todo marchaba bien. Sin embargo Santi tenia un reputación que hablaba por si misma, por lo que la confianza en la pareja no era algo muy fuerte.

Pero pasa mucho que cuando uno se mueve en un circulo de gente desocupada, por ejemplo intentos de artistas, remedos de artesanos y pretensiosos actores de obras escolares o universitarias cuando mucho, todos tienen mucho tiempo para meterse contigo y fastidiar tu relación. Fue así como según Santi planearon una tramoya  (palabra apropiada cuando se habla de gente así) en la que le hicieron creer al novio que Santi estaba con alguien mas. Santi, T.S.U en detectar tramoyas (Gracias a Daniel por esta frase), pilló todo y se apareció en la fiesta donde estaban los tramoyeros a insultarlos. Pero se llevo una sorpresa; su novio no lo respaldó y pensó que él exageraba.

Esa noche Santi fue a BC y entonces le dió a su novio una verdadera razón para desconfiar, liándose con alguien en la disco (y fuera de ella) en menos de 3 horas.

Para cuando todo esto se supo, lo que era mentira y lo que si fue verdad ya no había nada que hacer. Y lo que es peor, alguien si salió ganando en la historia: El ahora ex-novio y el tramoyero siguen juntos y formaron una nueva pareja perfecta.


G, su novio actual Blandi y yo

Conocí a G un día a través de Blandi mientras estábamos –cómo no- en BC. No recuerdo muy bien como intercambiamos teléfonos, pero luego de caer en cuenta que la cosa no era conmigo, salía con G con mi mejor cara de pastelito. Recuerdo una vez en particular que pasamos todo el día juntos y en la tarde fuimos a una plaza donde “sus amigos” estaban en una especie picnic.

Había un carajo de medias blancas y shorts de jeans que se burlaba de “los valencianos” –según él era de Caracas-. Otro que parecía un duende de Irlanda –hablo de la ropa no de su estatura- y otro tipo mas alto y guapísimo que no dejaba de lanzarme miradas significativas. Obviamente era por G. Cuando nos marchamos y mientras yo agradecía a Dios, G. me contó que el guapo estaba enfermo, que fueron novios y vaya a saber usted que mas, porque la cosa se puso tan soporífera que me desconecté y comencé a preguntarme si había queso crema en la casa.

Sin embargo mientras le untaba el queso a la galleta, ya en mi casa, me di cuenta de ese pequeño juego de G.: Era dramático y obviamente no había superado para nada a su ex. Le gustaba ser el inalcanzable.

Eso no es tu problema

Vamos vía a la playa. Esta Sr. Maneras siendo el mismo. También esta Sr. Valencia y Blandi, quien es el chofer designado para la ocasión. Yo no soy demasiado playero, pero acepté solo porque estoy en una absurda lucha de poder con Sr. Maneras.

Sorprendentemente la estamos pasando bien. Tomamos mucho vodka y comemos sanduches deli con queso fundido por el sol. En cierto momento Blandi y Sr. Valencia van al agua y me quedo solo con Sr. Maneras.

—¿Qué opinas tu de la relación de ellos? —me pregunta de la nada.
—No veo porque debería tener una opinión al respecto —le respondo—, y si la tuviese no me sentiría cómodo compartiéndola contigo.
—Bueno si tu no tienes una opinión yo si te daré la mía —dice y yo simplemente no lo puedo creer.

Entonces me contó que él y Sr. Valencia fueron novios. Me detalla algunos aspectos de la personalidad de él, aunque jamás me explicó porque terminaron y ciertamente tampoco pregunté. Finalmente me convenció y dije algo.
—Yo creo que hacen una buena pareja. Siento que a Sr. Valencia a veces se pasa con algunas actitudes, pero Blandi es tranquilo y creo que se equilibran.
Sr. Maneras sigue con su tema y seguimos hablando de ellos un poco, pero luego me pregunto ¿qué rayos importa lo que nosotros pensemos de ellos?
—¿De verdad que importa lo que nosotros pensemos de ellos? —le digo—. Los novios pueden pasar, pero nosotros los amigos quedamos. Así que yo simplemente dejo eso tranquilo. Ese es mi papel.
—Tu me caías súper mal al principio —me dice.

Eso es otra cosa de las relaciones. También debes lidiar con las opiniones de tus amigos al respecto y si las mismas llegan a tus oídos debes hacer un esfuerzo para que no te predispongan para lo peor.

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¡Volvi de las vacaciones! ¡Hasta el otro sábado!


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