El Clavo que saca a otro clavo…


Una de las cosas que no le deseo a nadie, ni siquiera a enemigos que aún no tengo, es ese horrible sentimiento que queda luego de terminar una relación en circunstancias que escapan de tu control y tus deseos. Experiencias como esas me han enseñado que uno nunca debe decir frases como: “Yo jamás me rebajaría de esa manera”, “Yo nunca suplicaría por alguien de esa forma” o cosas similares. En esos casos creo que para mi lo peor, es esa sensación de cómo sería ese momento equis que estés viviendo si el estuviera aquí. O la convicción que aunque conozcas a alguien nunca será igual, no se jugaran igual, no llegaran al mismo nivel de confianza y otros pensamientos que no dejan de atormentarnos una y otra vez.

Creo que no me equivoco al pensar que, la mejor y mas rápida manera de superar eso es conociendo a otra persona. Una nueva ilusión te da un nuevo par de ojos, que te sirven, entre otras cosas, para notar todos los defectos que tenía tu pareja anterior. A la luz de un nuevo amor, el pasado se torna distante, y el sentimiento que te impulsaba “a rebajarte” es superado rápidamente por la vergüenza de haberlo hecho en primer lugar.

Me paso eso luego de mi primer “novio” (entre comillado por razones que algún día revelare, pero hay una pista en mi primer post). Me humille de formas que mi orgullo snob no me hubiese permitido, hice de todo para lograr una conciliación, pero fue inútil. Un día, mientras esperaba que unos compañeros salieran de un examen, estaba el otro. Me pareció un muchacho con una apariencia incompatible con los apelativos, bonito o feo, creo que simplemente no era mi tipo, pero analizando bien el asunto, Enawo, es un hombre llamativo, labios rosados y carnosos, espalda ancha, ojos grandes (quizás demasiado), digamos que algunas veces se ve como un caramelo de chocolate y otras como un caramelo piñata, pero es caramelo al fin y al cabo. Yo no recordaría este primer momento, pese a que en varias oportunidades intercambiamos miradas, si no fuera por un evento posterior. Desde ese día fue que el para mi empezó a existir. Estando en una “clase participativa” de Auditoria II, el muchacho hizo una brillante intervención que incluía un ejemplo basado en los Estados Financieros de una corporación venezolana muy importante. Todo el resto del salón cayo presa de la envidia, emitiendo comentarios como: “Que ridículo, para que tenia que hablar tanto”, “¡Quería dar la clase!”, entre otros. Yo, me hice eco de alguno de esos comentarios, pero en el fondo, me había cautivado su intervención, la manera en que hablo, la inteligencia con que emitió los juicios de valor que ameritaba el caso, en pocas palabras estaba en un éxtasis de fascinación. Recordé luego de esa clase, que ya lo había visto en aquella oportunidad anterior, su look semi punk, semi chico skater, no era de mi agrado, pero en realidad todo eso paso a un segundo plano luego de escucharlo.

En esas fechas mis amigos y yo éramos un grupo extremadamente cerrado. Además de ser los más jóvenes de nuestra sección, también éramos los mejores índices, por lo que nuestra presencia siempre levantaba comentarios de parte de los repitientes. Una vez, en el cafetín sugerí integrar a Enawo al grupo (que también estaba repitiendo por otras cosas). Fue como un intento de asesinato múltiple por cada uno de los de mi grupo. Ninguno estuvo de acuerdo. Frustrado pero decidido a conocer a ese muchacho que despertaba algo en mi, empecé a sentarme cerca de el en las clases que compartíamos (Auditoria y Contabilidad Superior). En cierto momento escuche que le comentaba a otra persona que tenía problemas Contabilidad de Costos (materia en la que yo era el consentido de los profesores) ¡Bingo! Disimule al terminar las clases, y lo aborde:

—No pude evitar escuchar que tienes problemas con Costos.

Me miro con aprensión, pero luego con una mirada simpática me dijo:

—Si vale, perdí muchas clases el semestre pasado y estoy perdido.

—Yo puedo ayudarte —le dije—, a mi me fue muy bien en esa materia y tengo los apuntes y todo.

No se negó a semejante propuesta. Y yo feliz, pensé que lo conocería mejor. Bastaron algunos días conversando de la universidad y luego de asuntos mas personales para darme cuenta que Enawo era todo lo que yo andaba buscando. No sólo poseía una inteligencia excepcional, que a veces me sorprendía, sino que también era creativo y ocurrente, tocaba el teclado, y pensábamos igual ante muchas situaciones de la vida. No se que día sucedió exactamente, pero estaba totalmente enamorado hasta la medula. Un mensaje de el, me hacía suspirar como un tonto. Frente a todo eso, los recuerdos de mi primer novio se hicieron distantes y borrosos. Me parecía de terror las niñerías que hacía (que antes les llamaba juegos), no soportaba su manía de fastidiarme como un niño pequeño (que antes llamaba juegos de cariño), incluso las cosas que conversaba con el me parecían tontas, en comparación con las charlas amenas y maduras que sostenía con Enawo… ¡Victoria!, pensaba, un clavo saca a otro clavo.

Pero entonces luego de esa primera ilusión vino el conflicto interno “¿Enawo es Gay?” me preguntaba. En mucho tiempo no le conocí novia, así que tenias mis dudas. Por otro lado, no había nada en su comportamiento que hiciera funcionar mi malogrado radar. Nos veíamos casi todos los días (aunque por motivos académicos) y nunca escuche llamada de mujer alguna. El conflicto interno fue creciendo en mi, hasta que un día algo lo detono: Enawo me envío un mensaje que tenia el sábado en la tarde libre (Nunca estaba disponible los fines de semana por razones que desconocía) y que era bueno que terminamos el trabajo de estadística. Le dije que si, obviamente pero le pedí que me viniera a buscar. Al salir al frente de mi casa una vez que el hubo llegado, me di cuenta que estaba afuera, pero en moto (siempre me recogía en su carro). No era una Harley ni nada similar., era una moto Job, de esas en las que a duras penas cabe un pasajero. Con algo de aprensión (No soy amante de las motos), me monte. Aún no me arrepiento. Sentir su cuerpo tan cerca del mío, su olor, el perfume que expedía en su cuello me enloqueció. No iba abrazándolo en la cintura, obviamente, pero tuve que hacer un gran esfuerzo para soportar las ganas. Ese día al regresar a mi casa, alumbrado por su esencia masculina, descubrí que sentía algo demasiado fuerte por él. Necesitaba saber si era gay o no. Además debía descubrir si tenía una novia, que se suponía hacía los fines de semana, en pocas palabras, necesitaba inmiscuirme mas en su vida (créanme que en ese momento lo pensé así). Me tomo varias semanas diseñar una estrategia para que pasara mas tiempo conmigo (si, tenía un plan), y antes de eso necesitaba comprobar si tenía novia. La ocasión de descubrirlo se presento un día mientras estudiábamos en mi casa. Unos profiteroles comprados por mí para la coyuntura y gran cantidad de refresco ayudo a que me pidiera prestado el baño. Aprovechando el momento revise su celular en busca de mensajes. Me sorprendí al ver que en efecto había mensajes de una mujer de nombre Ana, con la que intercambiaba frases melosas como “cielo”. Rápidamente hice una revisión de todos mis conocidos (en esa época ya me conocía a medio núcleo de la universidad) y pese a que es un nombre común nadie de los conocidos comunes, ni del ciclo profesional de la carrera tenía ese nombre (o por lo menos era conocida por ese nombre). Me calme pensando que quizás era una muchacha que conoció cuando estudio en la sede de la universidad en Caracas y no había perdido el contacto con ella. Seguí revisándole el bolso y encontré un extraño libro negro…

Empecé a hablar de mujeres para luego soltar la pregunta:

—Enawo… ¿Tú tienes novia?

—Ahorita no —respondió secamente.

—Ah… ¿Y Carla? —en varias oportunidades lo vi conversando con una susodicha que conocí tiempo atrás, pues me pidió un cuaderno. Se llamaba Carla y estaba un semestre encima de nosotros.

—No vale, ella y yo somos amigos —balbuceó.

Estaba seguro que no me decía toda la verdad. Carla había estado casada con un hombre acaudalado de aquí y además tenía un hijo con él, no creí que fuesen novios, aunque sospechaba que a el le atraía, pues muy bonita si es.

No obstante mis planes se fueron al caño por los momentos, mientras recogía sus cosas saco por accidente el extraño libro negro.

— ¿Y eso? —pregunte.

—Una Biblia

—Yo se que es una Biblia —respondí—, lo pregunto es por que nunca me imagine verte con una, ¿La lees siempre?

—Si, yo soy evangélico.

No, no, no, pensaba… Estaba ido, con esa sensación de “¿Me perdí de algo?”. Yo que había tenido muchos amigos evangélicos, pensaba que ya conocía todos los esteriotipos de esta gente, pero no, Enawo no encaba en ninguno de ellos.

— ¿Qué intentas? —Pregunte tratando de usar un tono jocoso— ¿Vacilarme?

—Para nada…

Me explico que existían varios tipos de evangélicos y el pertenecía a los que son mas liberales, por eso usaba esas ropas modernas y escuchaba la misma música que escuchamos todos. Aclaro además que nació en el seno de una familia evangélica (lo cual me ayudo a entender por que su papa se la pasaba con un “Dios me lo bendiga hijo” en la boca).

Acostado en la cama y derrotado, pensé que ya no había nada que hacer, debía tratar de superar ese sentimiento ¡Que difícil sería!

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Con este post cumplo una promesa vieja que hice >>>>aqui<<<<

Si quieren leer las otras partes deben dejarlo por sentado en un comentario--- =) Si son muchos, lo pensare!

15 comments

The Dreamer | 16 de agosto de 2009, 23:15

Claro que quiero saber que sigue! XD

PeliculasGay | 17 de agosto de 2009, 9:05

"En la vida todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable."

Si lo quieres contar, es cosa tuya. Solo sé que hay cosas que mejor, no desenterrar...

Gab Romanoff | 17 de agosto de 2009, 19:19

Este post si me gustooooooooo!! Al principio soy yo practicamente. ay chico, los gay-evangelicos son especies muy inestables... Me encantó que le revisaras el cel JAJAJAJAJA!!
Yo no entiendo algo, sera que aquí la gente es interesada o que se yo pero un tipo con carro no dura soltero nada!!!! Soy de Mcbo por cierto, y no me salgan con estereotipos!

Anónimo | 18 de agosto de 2009, 0:52

No siempre Sand, puede salir al reves, y ser peor el remedio que la enfermedad, :8

Por cierto, excelente el blog de la gente rara, gran nombre jeje leí casi todos los post y todo :D

Un abrazo!

Anónimo | 18 de agosto de 2009, 13:15

Voto por la segunda parte Sandum, me muero de curiosidad y estoy seguro que tú sabes que a los buenos lectores no se les puede dejar las lecturas incompletas ;)

Saludos

R.

Pridamo Prístino | 18 de agosto de 2009, 17:09

Pero claro que tiene que publicar más, deja en ascuas el saber qué pasó con el muchacho..., le figuró concluir :)...
Muy buena redacción, a pesar de quedar a medias, muy buen post...

Joey | 19 de agosto de 2009, 10:13

Si estamos d eacuerdo todos esta historia quedo a medio decir, que paso con el resto?

ana_marie | 20 de agosto de 2009, 10:50

ummm un día de estos quiero la segunda parte.... un beso.

Alejandro Vakéen | 21 de agosto de 2009, 18:17

Dejame conocer más, leo ahora a laguien a traves de vos.

Alejandro

Jernest | 21 de agosto de 2009, 19:33

Por supuesto que queremos saber como continúa la cosa!

Pero difiero contigo en eso de que un clavo saca a otro clavo... eso de que para olvidar con alguien no hay nada mejor que estar con otro alguien para mi no aplica... de hecho podría interpretarse como una patrón de conducta por temor a estar solo...

Just a Thought

Besiños

Anónimo | 22 de agosto de 2009, 17:07

Que un clavo saca otro clavo? a veces, pero en este caso hay que ver que clavo usar!!!

Me senti repetido con la historia, yo vivi algo similar.

Besos

Anónimo | 24 de agosto de 2009, 18:51

Jey! qué pasó con la segunda parte Sandum, we are waiting!!!

Sandum | 26 de agosto de 2009, 9:01

Amigos! Se me daño la computadora y no tenia respaldo, asi que perdi mucho de lo que tengo escrito =S... Sin embargo hoy me entregaran un CD y vamos a ver que me rescataron...

Thiago | 2 de septiembre de 2009, 9:15

cari, voy a leer la segunda parte, que como todo lo tuyo está apasionante....

bzos

NewSaint73 | 25 de septiembre de 2009, 18:16

Ok quiero leeer mas...

sanalejo73@gmail.com