En la mente… De alguien


que no puede ser sincero consigo mismo





Jude no puede superar del todo su anterior crush, pero las cosas parecen ir bien con su novio actual, me cuenta una de esas tardes que uno no recuerda del todo bien. Pero el ser humano es inconforme. El ser humano nunca sabe qué hacer cuando tiene algo. De manera que Jude sigue buscando lo que no se le ha perdido.
—No sé qué hacer amigo.
—Y tampoco es que yo pueda decírtelo.
—Lo sé, lo sé. No espero que lo hagas. Pero es impresionante. Tú más que nadie sabes todo lo que yo me queje cuando me la pasaba solo en la casa haciéndome rollos en el cabello y enviándote mensajes. Pero ahora me siento me extraño.
—No me digas que ya…
—No aún no. Pero han pasado cosas. He enviado mensajes. He cuadrado asuntos que no son del todo legales. A veces incluso trato de justificarlo con esas explicaciones psicológicas que a ti se te dan tan bien.
—¿No será que no estás enamorado?
Silencio.

Las manos sueltas
Una noche cualquiera Jude está en una fiesta con su novio y todo parece marchar bien. Pero luego la fiesta se convierte en un desfile de personas del pasado. Esta ese arquitecto que un día conoció en la cola de las entradas para el concierto de Beyoncé y con el que nunca pudo concretarse algo porque uno de los dos estaba demasiado borracho (¿?). También está un gordito cute que una vez le dijo que le avisaría cuando estuviese solo y esa noche al parecer lo estaba.
Luego Jude se encuentra a una vieja enemiga y cuando su novio comienza a preguntarle qué le pasa, Jude sabe que no puede decirle que le pasa porque él no lo entenderá. Casi nadie puede entender lo que le pasa a él por la cabeza.
—Es que llegó alguien desagradable —le suelta finalmente.
—Eso que importa. Sigue bebiendo —le responde él.
¿Cómo alguien puede ser tan insensible? Jude pensó que lo había hecho bien al no contarle nada.
Después se disculpa para ir al baño y entre los pasillos y recovecos se encuentra con el gordito.
—Tengo que contarte un secreto —le dice él
—Yo también —le responde Jude aunque en realidad no tiene ni idea del secreto del gordito y tampoco está muy seguro de qué dirá si el gordito le pregunta de qué va su secreto.
—Pero no tengo tu número… —replica él.
Entonces luego de intercambiar número, se miran por un rato y Jude sabe que puede pasar algo que no debería. Pero entonces llega el novio. Se presentan y el gordito sonríe maliciosamente. Entonces Jude siente una puntada en su estómago.
—Volvamos a la fiesta —le sugiere a su novio.

Mensajes
Otro día Jude está tranquilo y otro fantasma del pasado le escribe. Al respecto él solo podía recordar que el sexo no había sido demasiado bueno, pero a la vez habían pasado tantos años de aquello… ¿Y si las cosas eran diferentes?
Luego de varios rodeos terminan hablando del asunto y ambos deciden que se trataba de algo de la inexperiencia de aquellos años. Conversado aquello solo quedaba una pregunta flotando ¿y ahora qué?
Pero Jude decide que es mejor dormir.

Pero no todo es así…
Y es cierto, no todo es así en la vida de Jude. Algunas veces cuando conoce a algún extraño y habla del tema disfruta muchísimo cuando tiene el placer de decirle que tiene una relación sólida con alguien. Siente como un fresco ver la envidia en los ojos de esos extraños cuando hipócritamente le dice “bien por ti”.
Tampoco puede negar el hecho que ama observar cuando otros evidentemente se preguntan la razón por la cual su novio lo escogió a él con respecto a ellos mismos.
Y ríe, ríe de solo pensar aquello, aunque tal vez no sea cierto.



Días oscuros
Pero en los días oscuros Jude se pregunta si su novio no pasara por las mismas cosas y tendrá las mismas dudas que él, y peor aún, él debe tener más chance. Luego se pregunta que debería hacer si algo así llegase a pasar y se descubriera ¿cuál debería ser su reacción? ¿Debería molestarse y jugar a ser el digno? ¿O debería decirle que el anda en algo parecido?
—Tal vez se trata de que nunca le habías gustado a tanta gente al mismo tiempo —le interrumpo—. A todos nos gusta gustar. Creo que alguien debe de haber escrito eso alguna vez.
Entonces Jude comienza a plantearse todas las convenciones que rodean a las relaciones hoy en día ¿será que él está para lo que alguna vez dijo que jamás haría… una relación abierta? Pero luego se imagina estando con alguien más y ese sustico en el estómago vuelve… ¿y si su novio se entera y decide terminarle? ¿Cómo se sentiría él al respecto? Además del sustico que le da pensar en la idea su mente se encuentra totalmente en blanco, no logra adivinar como se sentiría.
Entonces cuelga.

Y de vuelta a la fiesta…
Y en el bar todos bailan con todos. Y luego Jude pasa su mano por el pecho del gordito… y yo lo veo desde la distancia y no me creo como eso está pasando en las narices del novio. Luego me parece muy difícil que él no sepa.
Entonces le doy un abrazo a Sr. Indeciso y le digo que salgamos.

-o-
¡Hasta la próxima!


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