Date cuenta amiga



El otro día fui al cine con Blandi y Sr Indeciso. Un plan regular entre semana en una ciudad en la que casi nunca hay nada suficientemente nuevo que hacer. Mientras estamos en esas vemos a un hombre cargando un clutch bajo el brazo tomado de la mano con su novia. En eso les comento:

—¿No les parece que ahí hay algo raro?
—Necesita que alguien le diga “date cuenta amiga” —dice de pronto Blandi.

Cuando le pregunto mas al respecto, me explica que la frase la sacó de una cuenta de Twitter® con el mismo nombre. Enseguida me meto en la misma y la sentencia me parece brillante y multifuncional.

Padrinos y date cuenta fácil

Esto ya fue contado, pero estábamos en otro formato.

Un día estoy en un cliente y una compañera de trabajo viene con una historia interesante. Básicamente me contó de un sujeto, que saliendo quien sabe de donde, logró entrar a la firma como Senior. Esto es, para lo que no conocen ese mundo: Unos 4 años de trabajo en la firma para el mortal común. 3 para los mas inteligentes. 2 para la gente extraordinaria. Alguien entrando como Senior jamás había existido antes.

—Lo raro es que el socio me sigue diciendo que le explique y que lo ayude.

Por supuesto que eso no tenia nada de raro, tanto ella como yo sabíamos perfectamente a que se refería con eso de “raro”.

—Pero ese no el punto —continúa ella—, el asunto es que fuimos a la sede de otro cliente en Barquisimeto y por supuesto a mi me tocó una habitación sola, pero el y otro compañero tuvieron que compartir cuarto en el hotel. Total que cierto día hubo un problema fuerte y luego el socio llamó y los pusieron en habitaciones separadas.

Hubo un largo silencio, como cuando al margen de las normas de primaria, tanto el buen oyente como el buen hablante están pensando que decir o si deben seguir escuchando.

—No se ni que decir, tal vez hay que preguntarle al otro ¿no crees? —solté finalmente.

Date cuenta amiga, antes de casarse

Siempre me sorprende como a la gente le sorprende –valga la redundancia-  cuando alguien de 40 años (por decir una edad) deja todo atrás para mudarse con un tipo 20 años menor que él. Es un proceso que deja a una esposa destrozada e hijos confundidos (o al menos eso es lo que todos nos hacen creer cuando visitamos a la mujer en la clínica luego de ataque de nervios o cuando vemos a los hijos en la panadería cerca de la casa), pero lo cierto es que siempre hay algo que nos hace pensar que no todo esta bien. Es mas antes de casarse puedes darte cuenta que no todo esta bien.

Por ejemplo siempre me preguntaba que pensaba la novia de mi ex cuando me acompañaba a mi y a su novio a buscar ropa en mi casa porque luego íbamos a estudiar, pero antes de eso la dejábamos a ella en la suya. Yo estaba muy joven para darme cuenta la maldad de la que era participe también, pero me veo en el espejo y pienso ¿de verdad se necesitaba tanta suspicacia?

Date cuenta amigo, eso no es amor inocente y enclosetado

Para obtener esta historia tuve que prometer tantas cosas que tendría que hacer otro post para explicarlas, así que disfrútenla.

Por un lado tenemos Pablo, joven y a punto de graduarse. Y rico, muy rico. Por el otro tenemos a alguien mid class guapo y popular. Todo empezó por la vía regular en la que se mueven estas personas: El chat de Facebook. Un comentario sassy (es Open English, sorry) por aquí, otro por allá, hasta que un día, guapito mid class se encuentra a si mismo en una mansión en Guataparo hablando con Pablo hasta las 3 a.m.

Y luego se escriben regularmente, pero ahora sí por teléfono.

Y después un día Pablo apaga la luz y hacen ciertas cosas, pero el negocio no llega a cerrarse.

MD (mid class) me cuenta que todo va bien. Yo comienzo a recordar mi pasado con dos exes casados con sendas mujeres y le pregunto:

—¿Estas seguro que quieres meterte con un enclosetado? Puedes salir mal de todo eso.
—No estoy seguro, pero vamos a ver a que pasa.

Era el tipo de respuesta que yo hubiese dado tipo 7 años atrás, y puesto que él tiene casi 7 años menos que yo, decido dejar eso así.

Otro día MD me escribe y me cuenta que Pablo no quiere ser visto en público con él. “Lo invité mientras me tomaba un café con unos amigos y me dijo que no podía ir luego de haberme explicado que no estaba haciendo nada”.

No conocía la frase aún, pero si lo sentí: Date cuenta amigo.

Unos días después Pablo le había dicho: “Tu te mereces a alguien mejor que yo que pueda salir contigo y andar contigo en público”.

Ese fue el “fin” de esa parte de la historia.

Date cuenta amigo, el no lo vale

A medida que pasaba el tiempo y seguía viendo que la novia de mi ex no desaparecía de nuestras vidas sino que mas bien cada vez se integraba mas, lo sentí, no conocía la frase, pero me llegó una palmadita en el hombro que me dijo: date cuenta amigo.

Entonces le enfrenté.

El me dijo: “No voy a defraudar a mis padres por tu causa. Lo mas seguro es que me case y haga una vida con ella, no voy a someterme a lo que significa seguir contigo”

Yo estaba al borde del precipicio, pero una última frase me salvó de la desgracia: “Pero podemos seguir viéndonos”

Pero la frase no me salvó porque considerara esa posibilidad como algo real. Las palabras me rescataron porque me di cuenta que él no era una persona por la valdría la pena hacer ningún sacrificio. También por primera vez me sentí en los zapatos de ella y me sentí tan bajo y tan poca cosa.

Fue así como llegué a Valencia, a poner distancia.

Date cuenta amigo, ellos saben

Estoy en mi debut en sociedad con Sr. Indeciso. Yo me veo bien, todos nos vemos bien. De pronto llega alguien y el me pregunta:

—¿Tu crees que él es?
—Oye mira… No sé —respondo.

Me pongo a pensar por qué a los amigos les es tan difícil detectar si un compañero de universidad o del cualquier otro ámbito es gay. También me pregunté por qué les importa tanto, pero eso es otra cosa. Entonces decido jugar un pequeño juego.

Durante toda la velada me dedico a mirarlo con suspicacia y noto como el se va poniendo nervioso. Cuando hablo, dirijo mis preguntas directamente a el y veo como comienza a responderme pero luego es incapaz de sostenerme la mirada. También observo su lenguaje corporal. Era muy fácil. Sin embargo yo no era el único en ese plan.

—¿A ti no te gustaba también ella? —le pregunta uno de los presentes.

Había una maldad en esa pregunta. Una maldad que solo otro gay puede reconocer luego de tantos años de escrutinio. Sus amigos también sabían.

Comienzo a sentir un poco de pena también por el. Se esforzó tanto con esa historia de la tipa que le gustaba que me provocó darle una palmada en el hombro y decirle: “Date cuenta amigo, ellos saben y no les importa, si les importara yo no estaría aquí tampoco”.

Date cuenta amiga, fácil segunda parte y antes de casarse también

—¿Tu lo conoces? —me pregunta mi amiga.
—Jamás he oído hablar de él —era verdad.
—Pues es muy lindo conmigo —me dice—, al tiempo que saca una lata de atún y me explica que esa es su merienda.
—Yo no te voy a ayudar a abrir eso con un cuchillo —digo mirándola con aprehensión.
—Le diré a el que venga y así lo vez.

Entonces viene el. Hacía meses que no veía a alguien tan extraordinariamente guapo, pero luego lo vi a los ojos y el me vio. Uy.

Luego de abrir la lata se marchó.

—¿De casualidad el no es el famoso muchacho que entró como Senior?
—Si, es muy inteligente —dice mi amiga.

Uy.

Date cuenta, no siempre te van a decir “date cuenta”

—Sabes que ella esta saliendo con el gay ¿no? —Le cuento.
—Si lo sé, pero yo trate de averiguar información de lo que pasó en el hotel y ahora nadie sabe nada ¿estás seguro que eso es cierto?
—Es un chisme como cualquier otro, pero es lo que tengo… ¿entonces qué hacemos?
—Yo creo que ya es mejor dejar eso así, no podemos hacer nada. Le insinué vainas y, o se hace la loca, o es muy estúpida o no sé.

Entonces nos miramos y nos damos cuenta también que no es nuestro rollo.

Date cuenta amigo, el enclosetado en su segunda parte

—Sabes que me enteré que Pablo ha salido con otros tipos.
—¿Si? —pregunto.
—Si, y es el mismo modus operandi: Que tiene un rollo familiar, que no puede ser visto en publico, que ellos se merecen alguien mejor… La misma paja.

-o-

¡Hasta la próxima!


Reply to this post