Fantasía: Un cambio de bando



La vez anterior escribí sobre los heteroflexibles, pero el tema tiene otros matices importantes. Así que terminemos con esto:

El lunes de la semana pasada acudí a un cine foro. El lugar era todo lo que se puede esperar de este tipo de eventos: Gente intensa y las personas que los aman (como yo), bohemios, hipsters y vaya usted a saber que mas tribus urbanas; todos reunidos en una pequeña terraza al aire libre, en El Viñedo, en la ocasión de ver una película Coreana, titulada Shi Gan, del director Kim Ki-duk.

El lugar se torno divertido porque además de la película vendían ensaladas, pizzas y cervezas, por muy loco que pueda sonar esto. Pero lo mejor además de todo lo que les he contado eran las personas en sí. Entrar era un requeme instantáneo de tu radar. Gente que no estabas seguro si era o no era, si estaban con mujeres o con hombres. Era difícil adivinar quien estaba con quien, y haberme acostado a las 2 a.m. un domingo y comenzar a realizar este análisis con 2 azules bajo el pecho tampoco me  hacía demasiadas esperanzas.

Pero entonces mientras uno de los desconocidos conversaba no podía dejar de preguntarme ¿Si o no? Luego por la forma en que observaba a las mujeres me di cuenta que no. No era que me gustara o algo así, sino que es inevitable para mí etiquetar en algún bando mentalmente a las personas. Luego, por otras conocidos me entere que el objeto de mis dudas había tenido muchas malas experiencias con mujeres. No vale la pena entrar en detalles, porque los mismos no interesan. Me pregunté ¿Es posible que alguien guapo sufra de tan baja autoestima y se deje maltratar por las mujeres?

Las relaciones heteros, con sus diversas variaciones y excepciones, tienen dinamicas fijas. Por ejemplo, si eres un tipo que normalmente sale con el mismo esteriotipo de mujer (de esas demasiado bonitas y que lo saben) tal vez siempre te veas obligado a repetir las mismas situaciones una y otra vez, pero ¿Que pasaría si de buenas a primeras esa persona decidiera que le va mejor como gay? Sería así:

a)     Un hetero egoísta, que no tiene éxito con las mujeres por esa misma razón, en el mundo gay encontraría fácilmente lo que está buscando: Otro gay egoísta que viviría encerrado en su mundo como él y ambos funcionarían como planetas orbitando alrededor de la misma cama. Cada uno en lo suyo, se encuentran esporádicamente y sus realidades no se verian alteradas. Es más, si presionamos un poco más puede que de tanto obtener eso que creía gustarle, termine cansándose y eventualmente se enamore de verdad.

b)    Un hetero que siempre sale con mujeres 10 cuando él es un cinco que arreglado y bien vestido parece un 8: Este tipo de hombres, tal vez por su condición de straigh acting en el mundo gay podrían ser un 7 que arreglados parecerían un 9, por lo que conseguir pareja se le haría harto fácil. Además se ahorraría todo el rollo de salir con una mujer 10 (caprichos, actitud de “deberías darte con una piedra en los dientes por estar conmigo” entre otras cosas), mientras este en su relación gay el siempre estará en control.

c)     Un hetero pichirre sería muy feliz siendo gay: Los hombres por lo general detestamos que nos paguen las cosas (a mi no, yo se discernir el valor de las objetos gratis), por lo que en un grupo de “primeras citas” con un hombre no gastarias ni el 25% de lo que te costaría salir con una mujer. Recuerdo que al respecto mi hermano mayor siempre me decía: “No salgo con esas tipas que creen que porque son bonitas, hay que estarles pagando todo”. Ahí lo tienen, mi querido hermano Juan.

d)    Una mujer hetero tipo peluche que no consigue novia porque no es lo suficientemente whore: Solo tendría que entrar vestida lo más cursi posible en una disco gay. En menos de una hora tendría una relación seria.

Tal vez estoy fantaseando demasiado, pero creo que si para algunos heterosexuales es posible pensar que nosotros “escogemos” ser gays por pura “sinverguezura”, podriamos aplicarle la misma a ellos ¿No? ¿Por qué no lo intentan?
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P.S.: Esta entrada es obviamente una broma, que no pretende en ningún momento ser una disertación seria, so, abajo la intensidad, arriba el juego.
P.S.: Les recomiendo muchisimo el lugar: Cinespacio, todos los lunes, detrás del Multicentro el Viñedo.



3 comments

Anónimo | 2 de junio de 2011, 11:08

No creo ponerme como tu a hacer eso a cada rato pero si me he imaginado heteros siendo gays pensando en que capaz asi tendrian mas éxito. Pero en esta vida, para cada hombre ha 10 mujeres. El macho que no consiga su mujer ideal simplemente esta super encerrado en su mundo y tiene ambiciones muy egoistas.

Aunque esto salga de contexto, quiero acotar que es muy distinto ser una persona, hombre o mujer, analitico y critico que un "juzgador" que se dedica a etiquetar, y por lo general es "mal-etiquetar", a prospectos de pareja. Las personas analiticas tienen mucha mas probabilidad de encontrar su media naranja :)

Me encanta tu PS inicial pero quizas eso reduzca los comentarios de este post porque evita que los intensos sean como solo saben ser xD

The Dreamer | 2 de junio de 2011, 22:09

Por qué blogger me marcó como spam?! :'(

Monchis | 14 de junio de 2011, 8:36

Hola Sanbum,

No es tan loco ni ligth tu planteamiento.... y yo también he sacado a colación el tema con mi grupo de amigos en unas cuantas ociasiones.

En mi opinión uno como Gay nace y de alguna manera el medio y las condiciones lo hacen manifiesto.

Pero no descarto la posibilidad de que un hetero, ya sea por curiosidad o por agotamiento de las posibilidades en su bando pueda explorar la otra orilla y le quede gustando.

saludos,