| 4 comments

Me lo prohíbo



  Tengo como 1 mes sin salir en un cita, tal vez más, pero un mes es el tiempo que me permito decir en voz alta o colocar en un documento de Word y no sentirme patético.

   No es que no se hayan dado las oportunidades, se trata más bien que me siento aburrido de eso. Cuando yo estaba en la universidad conocer a alguien era algo entretenido. Yo no estaba en esa “escena” del internet, no me parecía tan prioritario como lo es ahora, y siempre había algo excitante en preguntarse “¿Será o no será?”, o en finalmente descubrir que la cosa si era contigo cuando uno se daba ese emocionante ese primer beso. Pero ahora mi vida es fundamentalmente el trabajo y frecuentar a los mismos amigos de siempre, con los cuales no pasara nada (la mayoría son mujeres) porque yo no quiero que pase o ellos no quieren, todo hay que decirlo.

   Debo contar esto con cuidado. Hace unas semanas tenia una especie de encuentro arreglado con alguien. Cuando ya se acercaba el día comencé a sentir ese aburrimiento que expliqué en los párrafos anteriores. Me decía cosas como “que fastidio hablar de mi como si intentara vender un producto”, “que flojera estar hablando con alguien con quien no tengo una anécdota en común”. Como nunca se me dan las cosas fácil, ese día tenia sendos encuentros también con un par de amigos. Ni siquiera me alcanza este párrafo que ya voy a finalizar para explicar como todo eso quedo el mismo día. Creo que tiene un poco que ver con aquello de “Ya no me da miedo mezclar a mis amigos y mis conocidos”.

   Cuando ya se acercaba el momento comencé tener dudas, me decía “¿Para que perder el tiempo con algo que no llevará a nada si puedo estar con gente que ya conozco y pasarla bien?”. También afectaba el hecho de que para conocer a esta persona tenía que mezclar a mis dos amigos con él. “¿Dos amigos inmiscuidos en una primera cita? Mira no”, me dije. Así que le cancelé, por decirlo de alguna manera.

   Hoy en día me arrepiento, pero no lo que pudo o no pudo haber sido, sino que yo no soy así, me prohíbo desde este mismo momento volver a ser así. No soy el más optimista y tal vez nunca lo seré, trato de ser realista y no hacerme muchas expectativas, pero ¿Qué gana uno siendo pesimista? Las úlceras y los problemas del corazón son gratis si comes mal o hay antecedentes en tu familia, así que no hay necesidad de empeorar la situación martirizándote con el hecho de que el mundo es una mierda, que ya lo sabemos. Vinimos aquí a vivir, a aburrirnos, a ir a citas malísimas, a tropezarnos, a besarnos, a conocernos, y hacer todas esas cosas antes que estemos tres metros bajo tierra. ¿Ok? Ok.

   Hasta el jueves (creo).