Hacer amigos en Valencia, a mi manera. Segunda parte
Nota
“editorial”:
Pasamos
un mes de encierro en nuestras casas debido a que un grupo de personas no
quieren que pensemos por nosotros mismos. Había que protestar y defender en lo
que creemos en forma mas firme que en años anteriores. Por un breve momento, no
trabajar o paralizar todo parecía una buena idea, pero luego ya no tanto.
Dentro de ese grupo de personas adversas al gobierno –que pregona creer en la
libertad y entre las que me incluyo- también está un conjunto de ciudadanos que
creen que su lucha es la única posible. No quieren verte libre tampoco. Se
molestan porque en estos tiempos no deberías tomarte un cerveza, besar a
alguien o salir a tomar café. Consideran que espacios como este son ridículos
dado la situación actual que vive el país. Al igual que la gente que nos
gobierna, estas personas tampoco quieren que seamos libres. Tienen una posición
adversa al gobierno, pero son igual de radicales y no entienden todo lo que esa
libertad implica. Desperdician energía que podríamos invertir en convencer a la
otra mitad que mantiene a los dictadores, de que todos estamos mal y nadando en
las mismas aguas.
Lo
de arriba, claro está, es solo una opinión. A algunos les gustará, otros me
responderán con un video como este (Ver). Mi intención no es
desestimar la opinión de nadie. Solo que luego de mucho pensarlo, la función de
este blog (entretener al lector y a mi) no compromete en nada la lucha que a mi
manera llevo por el país, intentando convencer a radicales y procurando que a
las personas que dependen de mi no les falte nada. Jamás he movido una barricada u opinado en
contra de la protesta efectiva y espero que jamás nadie me escriba intentando
mover una letra de lo que aquí se publica.
Dicho
lo anterior… Volvamos al mundo de Sres. misteriosos, cocteles baratos a las 3am
y gente que busca algo… Pero que cada quien interpreta según sus convicciones.
De nuevo: Hacer amigos
en Valencia, a mi manera (Segunda parte).
Tenemos un mes encerrados pero aún así Jude se la arregló para tener un novio.
Llamadas
inesperadas
Jude me llama:
—Tengo un novio —dice.
—Yo también —le respondo.
De repente parece que por esa
circunstancia nuestra amistad deja de tener un poco de sentido ¿de qué vamos a
hablar ahora?
—¿Y ya superaste lo de Sr. Arrogante?
—No entiendo esa pregunta.
Colgamos.
Buscando
lo que ya se te perdió
Un día estoy con Sr. Indeciso y Blandi me
llama para hacer algo. Nos encontramos con Mr.
Selfie quien esta saliendo con él. Como la cosa no da para mas –leer nota
editorial- el plan final era ir a casa de Mr.
Selfie. En el proceso se unen dos mas.
Ya instalados en el apartamento no puedo
evitar notar como uno de los extras nos mira a mi y a Sr. Indeciso (que compartimos un mismo mueble, tu sabes, hay que
caer en los clichés) de una forma que no logro precisar muy bien ¿es envidia?
¿es ese sentimiento de que quiere lo mismo para él? Al final y como parecía una
buena persona decidí que sentía lo segundo. De nuevo, como hace unas semanas
atrás, me volví a sentir mas poderoso.
Días después hay una marcha y veo una
foto del extra, Blandi y Sr. Indeciso. Entonces sentí como una
especie de poder que me invadía. Todos los años de experiencias, relaciones
perdidas y cosas como las narradas en este video (ver) se mezclaron y casi creí tener una lengua bífida. A la vez me sentí cansado, había
olvidado las cosas que vienen cuando llega una persona que no le importa
compartir el asiento contigo. Por unas horas mantuve la calma e intenté actuar
normal.
También seguí actuando normal cuando Sr. Indeciso me comentó que el extra le
enviaba mensajes.
Mucho mas normal seguía actuando cuando Sr.
Indeciso me comentaba que luego decirle que estaba conmigo, en mi casa,
respondía cosas como “me parece excelente, fino, muy bien”.
Sin embargo, tal vez en forma
inconsciente también entré en el juego. Le preguntaba a Sr. Indeciso por el extra a sabiendas que yo tenía el control de la
situación.
—¿Te molesta? —me preguntó un día.
—No puedo controlar tus amistades
—respondí.
—Siempre dices lo correcto, pero si te
molesta puedo dejar esto hasta aquí.
Al final yo no estaba seguro si me
molestaba o me divertía a partes iguales. Era divertido saber que yo estaba
claro como terminaría esto: Con un mensaje del extra buscando lo que ya se le
había perdido hace tiempo.
Luego que mi predicción se cumplió y la
cosa terminó como esas amistades que después de semejante momento extraño no se
escriben mas nunca, Sr. Indeciso y yo
intercambiamos notas:
—Yo lo sospeché desde que vi la foto
—confesé.
—Para mi normal pues, yo pensé que podía
ser un buen amigo, no entiendo como se confundió así.
De nuevo me sentí poderoso. Una pequeña
vocecilla me recitaba al oído “tu sabes cosas”.
—Uno no se toma fotos con un desconocido
—le expliqué—, lo lógico en esa situación era que tu le hubieses pedido que él
te tomara una foto a ti y Blandi. Es
poco, pero vivimos en un mundo en que cualquier cosa puede ser pistoneo, hacer amistades no es así de
fácil siempre.
Abandonos
y regresos
—No entiendo porque no hemos visto mas
nunca a Sr. Arrogante —me dice Sr. Intenso un día.
—El otro día le escribí. Hablamos
bastante y las cosas se están poniendo serias. Hasta puede que se vaya del país
con el.
El tema de emigrar a otro lado nos
persigue hasta chismeando.
—Caramba —dice Sr. Intenso.
—Es chimbo que la gente abandone así todo
por alguien —comento—, pero espero que le vaya bien.
Un mes y medio luego volvemos por
casualidad al templo y de la nada vuelve Sr.
Arrogante a este blog
—Pensé que ya no salías —le digo apenas
como saludo— ¿qué pasó con tu marido?
—No aguantó.
Esa respuesta me mareo mas que cualquier
coctel absurdo de ron barato. La comento con mis amigos e iniciamos una de esas
sesiones en la que no queda piedra sobre piedra. Nadie defendió lo
indefendible. Supongo que cuando abandonas a la gente luego el regreso es más difícil.
-o-
Este post ya esta muy largo… pero ahí quedo
el punto… Volvemos el otro sábado :)