Me lo prohíbo
Tengo como 1 mes sin salir en un cita,
tal vez más, pero un mes es el tiempo que me permito decir en voz alta o
colocar en un documento de Word y no sentirme patético.
No es que no se hayan dado las
oportunidades, se trata más bien que me siento aburrido de eso. Cuando yo
estaba en la universidad conocer a alguien era algo entretenido. Yo no estaba
en esa “escena” del internet, no me parecía tan prioritario como lo es ahora, y
siempre había algo excitante en preguntarse “¿Será o no será?”, o en finalmente
descubrir que la cosa si era contigo cuando uno se daba ese emocionante ese
primer beso. Pero ahora mi vida es fundamentalmente el trabajo y frecuentar a
los mismos amigos de siempre, con los cuales no pasara nada (la mayoría son
mujeres) porque yo no quiero que pase o ellos no quieren, todo hay que decirlo.
Debo contar esto con cuidado. Hace unas
semanas tenia una especie de encuentro arreglado con alguien. Cuando ya se
acercaba el día comencé a sentir ese aburrimiento que expliqué en los párrafos
anteriores. Me decía cosas como “que fastidio hablar de mi como si intentara
vender un producto”, “que flojera estar hablando con alguien con quien no tengo
una anécdota en común”. Como nunca se me dan las cosas fácil, ese día tenia
sendos encuentros también con un par de amigos. Ni siquiera me alcanza este
párrafo que ya voy a finalizar para explicar como todo eso quedo el mismo día.
Creo que tiene un poco que ver con aquello de “Ya
no me da miedo mezclar a mis amigos y mis conocidos”.
Cuando ya se acercaba el momento comencé
tener dudas, me decía “¿Para que perder el tiempo con algo que no llevará a
nada si puedo estar con gente que ya conozco y pasarla bien?”. También afectaba
el hecho de que para conocer a esta persona tenía que mezclar a mis dos amigos
con él. “¿Dos amigos inmiscuidos en una primera cita? Mira no”, me dije. Así
que le cancelé, por decirlo de alguna manera.
Hoy en día me arrepiento, pero no lo que
pudo o no pudo haber sido, sino que yo no soy así, me prohíbo desde este mismo
momento volver a ser así. No soy el más optimista y tal vez nunca lo seré,
trato de ser realista y no hacerme muchas expectativas, pero ¿Qué gana uno
siendo pesimista? Las úlceras y los problemas del corazón son gratis si comes
mal o hay antecedentes en tu familia, así que no hay necesidad de empeorar la
situación martirizándote con el hecho de que el mundo es una mierda, que ya lo sabemos. Vinimos aquí
a vivir, a aburrirnos, a ir a citas malísimas, a tropezarnos, a besarnos, a
conocernos, y hacer todas esas cosas antes que estemos tres metros bajo tierra.
¿Ok? Ok.
Hasta el jueves (creo).