Algo que necesito sacar de mi sistema.
No pueden culparme por estar obsesionado con el matrimonio ¡Imagínense! En mi familia ha habido 2 en un periodo de menos de 6 meses, eso sin contar que viene otro en camino, con una diferencia de menos de un mes.
Los matrimonios me deprimen es oficial. A pesar del Buffet, de la bebida gratis y de las fotos, es inevitable no deprimirse en un lugar donde van puras parejas y para rematar a ti te sientan en la mesa que todos ven de forma patética: La mesa de solteros.
No estaba de mal humor, hasta que en medio de la celebración alguien me dijo: "¿Por que no bailas con alguien? Tu como siempre detrás de tu mama” Me senté. Estaba furioso ¿Quien se cree? Estoy por pensar que yo tengo un letrero tipo: "Molesten al flaquito". La verdad es que luego que se me paso la ira me quede pensando en la frase ¿Estoy aun en las faldas de mi mama?
No lo creo así, a mi edad, viví casi 8 años lejos de ella y dentro de ese tiempo estuve un semestre solo, por mi cuenta en Apure. No tengo muchos amigos en Valencia (aún) pero salgo casi siempre sin ella. Por más que le daba vueltas no entendía lo que me molestaba. Hasta que empezó el show especial de la boda. Todos se levantaron con sus parejas. Mire a mi alrededor y los únicos sentados eran los mas viejos y las mujeres solteras que no consiguieron con quien acostarse esa noche. Finalmente note que el comentario no era por maldad, era por lastima, y me sentí peor por ello, por que aunque yo tuviese un novio, igual mi tarjeta siempre dirá: "Valido para una persona". A pesar de que este con alguien, siempre seré visto como un ser solitario que devora hombres y solo recibe afecto verdadero de su madre. Por más que escriba sobre eso, así llore, o nos creen una ley, siempre existirán esas situaciones donde inevitablemente piensas que tu vida seria más fácil si comieras ostras en vez de camarones.
A partir que se dio la noticia de las asociaciones de convivencia, y desde que en mi casa y los territorios circunvecinos no se habla de otra cosa que son sean casamientos y vestidos, me he dedicado a pensar mucho sobre el tema, y sobretodo sacárselo a mi madre (Para que luego digan con propiedad que estoy detrás de ella):
—Uno de mis amigos pronto se va a casar —mentí— creo que dentro de unos meses.
—¿Y a que país se va a ir?
—A ninguno, no se si sabes, pero aquí esta por aprobarse una ley que permitirá a las parejas del mismo sexo formar una asociación de convivencia, con efectos patrimoniales similares a un matrimonio.
Termine de redondear el cuento de mi amigo, pero la cosa aún no estaba avanzando mucho. Aun así continúe:
—Le dije que ni en sueños iba a ser su dama de honor.
Ambos reímos.
—Supongo que el protocolo en un matrimonio de esa naturaleza debe ser diferente —presione.
—Debe ser una locura —dijo ella—, no se como estará eso, pero ¿Los papás de él saben?
No había previsto esa pregunta. Sin embargo decidí dotar de más drama mi planteamiento:
—Creo que no... A estas alturas ya lo habrán de sospechar, pero oficialmente no saben nada.
—Imagínate tú —comento ella, casi en tono de lamento—. Quien sabe como lo tomaran ellos, pero esto es algo muy difícil de aceptar, y que luego de eso te planteen la idea de un matrimonio... Lo que soy yo no invitaría a nadie de la familia -mi mama es toda old school: como buena madre ella se encarga de participar a la familia cuando viene el matrimonio de uno de sus hijos).
Trate de que no me molestara el comentario, al fin que mi mama, debido a mi ya prolongada soltería no ha tenido la oportunidad de familiarizarse con un nuero de verdad... Pero si voy a tener un matrimonio sin familiares, prefiero irme a otro país. Si tus familiares no son capaces de superar que tu te acuestas con hombres en vez de mujeres y eso no es su problema, si tu papa quería un varón en vez de "una mariquita", si tu tíos se sienten avergonzados por que el "pajuo de su hermano tuvo un hijo gay", pues entonces no se invita a nadie. No se necesita a nadie mas que no sean los testigos, el prefecto y la persona que estará junto a mi, y no me sentiré mal, no me puedo sentir mal por culpa de alguien que no es capaz de compartir una alegría tan grande conmigo... Las bodas de 50 invitados son más excelsas que las de 200, así de simple.
Por otro lado decidí, que en lo que tenga con quien asistir, enviare notas (correos o sms) de agradecimiento para aquellas infames tarjetas de “Valido para una persona”.