Solteros, solterísimos, dignísimos y no tanto
Con
esto de que recientemente se celebró un “día de los solteros” y aunque yo
tengo dos años -menos un recreo- fuera de ese ranking, este espacio siempre ha
sido para celebrar la soltería. Por ello me ha parecido conveniente tocar directamente,
lo que indirectamente siempre es tratado aquí.
Por
varios días estuve reflexionando el asunto ¿qué significa ser soltero en
Valencia? Incluso llegué a “favoritear” varios tuits al respecto tratando de
buscar un poco de inspiración.
Lo
que no es fácil
—Lo
que molesta a mi es la falsa dignidad —me dice Santi—, es tipo que si quieres tirar con alguien deberías hablarle
claro y ya.
—Yo
no estoy seguro sobre que debo opinar al respecto.
—Es
simple. La gente te invita a salir y no sé qué y luego te dicen que no quieren
algo serio, y está bien, yo tampoco quiero algo serio, pero luego los invitas a
tener sexo y tampoco quieren. Basta.
—Yo
lo que siempre veo en las redes es un montón de gente quejándose por lo que no
pueden tener y luego perdiendo lo que ya tenían.
—Exacto.
Basta.
Las
poses
Un
día son las 2:59 a.m. en el bar. Antes ya había tomado lo equivalente a 3 salidas nocturnas. Estaba en el
recreo, si entienden lo que les digo.
A
lo lejos, y dentro de mi nube borrosa y borracha que está esperando a sus
amigos, veo a uno de esos tuiteros que solo sigo por bonito, pero nada especial.
En algún punto me digo a mí mismo “¡carajo!” y me acerco. Al llegar a su encuentro
me toma por los hombros, luego asiente levemente y después se retira a la
seguridad de su círculo de amigos.
“Carajo”,
vuelvo a decirme a mí mismo.
Los
comentarios
—Nunca hay un estado
intermedio —me explica Jude luego de su tercer nugget—, los hombres de
acá desean desesperadamente acostarse con cualquiera o gritar a los 4 vientos
que tienen novio.
—Siempre
hablamos de lo mismo —le respondo.
—Exacto.
La
nueva historia de Jude
Jude es de los que desea
fervientemente tener novio y a la vez acostarse con cualquiera ¿es eso posible?
Pero
es que así son las cosas acá, me dice ¿cómo es posible que la gente mantenga
una relación con tantas distracciones? Siempre que estás con alguien te escriben
los fantasmas. Luego están las redes sociales y tus “mejores” amigos diciéndote
que debes tener una cornamenta invisible en la cabeza por ser tan estúpidamente
confiado.
Una
noche Jude fue a uno de esos sitios hetero donde las mujeres usan mucho
corrector de ojeras y spandex transparente. Eran cuatro hombres en un 2 para 2.
A pesar de que el sitio tiene una política rara de entrada, nadie es capaz de
negarle el acceso a ellos.
Ya
adentro, luego de muchos tragos el novio de su amigo le susurra al oído:
—¿No
quieres hacer algo para que nuestros novios se pongan celosos?
Entonces
Jude toma un trago más de su destornillador y finge demencia.
Luego
Jude se siente inseguro nuevamente. Otro día le revisa el teléfono a su
novio y ve que tiene miles de mensajes y fotos con extraños en su teléfono. Ese
día me llama para contarme.
—No
entiendo cuál es tu ataque — le digo.
—Yo
soy sincero con el cuándo hago esas cosas.
—Aja
pero igual las estás haciendo ¿o has parado?
—Si
eres estúpido —y me cuelga.
Luego
Jude se pone filosófico sobre la vida
y se pregunta si todo se trata de estar en uno u otro lado del puente y
quejarse. Después de mucho pensarlo, decide llamar a “un amigo”.
—¿Por
qué me dejaste de hablar? —es lo primero que le pregunta el amigo.
—Estabas
muy fastidioso —le responde Jude y ya
tiene ganas de colgar.
—¿Cómo
fastidioso?
—Siempre
hablando de lo que paso entre nosotros y toda vaina y luego cuando te invitaba
a hacer algo accedías a medias. No dejo de recordar la canción de Christina Aguilera,
tipo tu cuerpo dice quiero pero tu alma tiene miedo.
—Si,
pero eso qué importa tu ahora tienes novio y la verdad es que yo no me veo
teniendo sexo contigo.
—Es
por eso que no somos amigos y no somos nada —y cuelga.
Entonces
ese mismo día va al cine solo. Le da un poco de asco el cine del Sambil pero es
lo único que hay. Cuando sale de ver la película realmente se arrepiente de
haber ido solo. No es buena idea ver comedias románticas con reconciliaciones estando solo en una butaca oscura.
Al
rato llama a su novio y le pide que vaya a su casa.
Solteros en
el bar
Una
de esas otras noches estamos todos allí. Por un lado esta ese treinton
guapísimo que siempre consigo en todos lados, pero según, tiene su fama. Está
al acecho. Esperando. Calentando una cerveza. Por otro lado llega Sr. Intenso que salió con Kid G sin decirle a nadie, pero
sorpresa, todos estamos allí. Está el chico ese super fitness y guapo que mira
a todos con altivez excepto cuando esta sirviendo hamburguesas en el
restaurante donde trabaja. Hay algunos doctores celebrando alguna de esas
interminables promos. Hay mujeres con camisas de cuadros… Y estamos nosotros.
De
la nada llega un desconocido. Nadie lo ha visto antes. Las personas siguen en
sus grupos, pero algunos dedos señalan y en algunos oídos cae un susurro ¿sabrá
alguien quién es él? ¿quiénes es qué son esos con que anda?
Después
todos están bailando y Kid G se pone celoso de alguien que le habló a Sr. Intenso. El chico fitness comienza a
besarse con alguien. Las mujeres con camisas de cuadros siguen bailando… Y
están todos los demás, viendo al nuevo… Y justo cuando parece que el techo se va a
caer encima de todos por tanta presión, el treintón termina finalmente su
cerveza y se acerca a hablarle. El nuevo le sonríe.
El
humor de todos en el bar cambia de la nada. Esa será la única persona de
Valencia con la que se va a acostar ese chico nuevo en su vida.
Primer lado
del puente
Todos
tenemos uno de esos amigos que no cesan de dar lástima en los momentos mas inconvenientes.
De pronto estás hablando de la planificación financiera en épocas de inflación
y te salen con que su ex les escribió para pedirles la laptop prestada y uno se
queda allí como descolocado, pensando si debería decirle que esta pasando
pena, pero nunca hay una forma educada de decir eso. También te preguntas por
qué salía con alguien que no tiene su propia computadora, pero ese es otro
tema.
Luego
otro día están tuiteando en su red social favorita que quieren abrazos y besos
y que los enamoren con catalinas y jugo de papelón y uno se pregunta si eso
será una estrategia exitosa o definitivamente tu amigo es un ridículo y nunca
te habías dado cuenta, aunque igual lo quieres. En el fondo tu comienzas a
entenderlo porque, después de todo, uno también fue soltero una vez, uno
también sabe lo que significa ir a varias citas y que luego tomar unas cervezas
la gente te salga con que es chavista o qué se yo. Para ilustrar mejor mi punto,
y usando varias meta-personalidades en una, les presentaré a Mr. Digno.
Mr. Digno puede vivir en Caracas o Valencia,
pero digamos que es de acá. Casi no va a discotecas porque como decía un amigo
de él no vas a encontrar a nadie saltando
como una perra en una discoteca. Lo cual ya da bastante para pensar.
Mr. Digno no cesa de decir con orgullo que solo
ha tenido tres novios formales (solo tres), aunque si ha tenido uno que otro
encuentro sexual de forma casual (pero que pocas personas, incluyéndome,
saben), pero ya casi no se acuerda de eso, fueron momentos de debilidad y
bueno, Mr. Digno también es humano
¿saben?
Mr. Digno una vez me contó que un amigo de él, Mr. Puta, salió a tomarse unos cocteles
con un muchacho que conoció la noche anterior en un cumpleaños y esa misma
noche tuvieron sexo, imaginate, con tantas enfermedades que hay por allí. Luego
tu le preguntas a Mr. Digno si el una
vez no hizo eso mismo aquella vez remota que estuvo fuera de Valencia, pero él
te recalca que es distinto, aunque a ti no queda exactamente claro el porqué.
A
Mr. Digno le encanta ser súper
sincero y decirle en su cara a la gente lo putas que son, como el fulanito
aquel que le hizo un reply al fulanito otro diciéndole “odioso”. “¡Imaginate!”,
me dice exaltado, “Cuando alguien te dice odioso es porque quiere cogerte o que
te lo cojas”. Luego uno se queda pensando que para saber cuán lejos es la
Guaira hay que echarse su viajecito en carro, pero no dices nada.
A
Mr. Digno le encantaría tener una
persona con la cual desayunar “Hot Cakes” por la mañana, comprar almohadas por
la tarde, luego ver películas viejas como “Casablanca” en las noches, tener una
charla profunda al respecto y después acostarse a dormir, no sin antes tener un
sexo sin contratiempos, porque ¿saben? No es igual acostarse con alguien con
quien tienes confianza a hacerlo con un desconocido.
Mr. Digno no deja de quejarse que no consigue a
la bendita persona con la que comerse los Hot
Cakes y luego tu te metes en Google para comprobar si los fulanos Hot Cakes son las panquecas de toda la
vida. En efecto lo son.
A
Mr. Digno también le gusta alardear
sobre cuantas personas rechaza en la semana y te da razones místicas cómo “es
que aquella es demasiado puta ¿sabes?”, “es que esa le encanta estar hablando
paja ¿sabes?”, “es que aquella se cree que con su carro y su vaina uno se va a
impresionar, yo no como con eso ¿sabes?”.
Cuando
Mr. Digno vuelve a decir “Hot Cakes”, accedes a salir con el y
ayudarlo.
Mr. Digno va por “primera vez” a Green Hill Zone
—Aquel
es lindo ¿no te parece? —le dices a Mr.
Digno
—Yo
a el lo conozco. Y esos amiguitos que tiene… no sé.
—Bueno
¿pero tu vas a salir con él o con los amigos?
—No,
yo no voy a salir con él, punto.
—Entiendo
¿a qué viniste entonces?
—Nada,
a pasar un rato contigo y eso.
—Vale.
Pasan
unas horas, la noche va y viene y de repente veo a un conocido abogado con el
que tenía tiempo sin conversar. Me distraigo con el hablando de su tema
favorito (Blandi) y cuando finalmente
se aleja no veo a Mr. Digno en ningún
lado.
Doy
unas rondas mas y veo que Mr. Digno
esta hablando con un muchacho vestido con una franela que parece un harapo.
Tiene unos brazos grandes y un aspecto algo agresivo. Mr. Digno me ve observándolos y se acerca.
—Es
un amigo —me dice antes de que pueda preguntar nada.
Segundo lado
del puente
De
la nada te enteras que Mr. Digno esta
saliendo con Mr. Respetable. Mr. Respetable decía que la gente en
Valencia es muy loquita y todo eso, pero acá consiguió el amor y nuevos tuits,
así que ahora habla de otras personas, como Sascha
Fitness, por nombrar a alguien.
Mr. Digno es ahora mas feliz que nunca. Se toma
fotos, las cuales sube a todas su redes, deja de quejarse públicamente y todo
es felicidad. Una tarde sales con él a tomar café y te comenta que esta feliz,
pero luego de seis meses afirma con aires proverbiales lo maravilloso que es hacer ese esfuerzo para que funcione tu relación.
Tu
te alegras de saber que Mr. Digno
finalmente está con alguien, pero un día mientras estás revisando la aplicación
bancaria del teléfono para ver cuántas tarjetas tienes que pasar para comprarte
unos zapatos te tropiezas con él, acompañado además del muchacho de la franela
de harapos, al que reconoces porque, casualidad o no, anda con la misma ropa. Después
hacen el baile de saludos extraños y cinco minutos mas tarde te llega un
mensaje de Mr. Digno “Mi amigo es
entrenador y me está ayudando a comprar algunos suplementos”.
Cierras
la aplicación y te das cuenta que el saldo combinado de todas tus tarjetas no
te alcanza para los zapatos.
Meses
después
Meses
después vuelvo a saber de Mr. Digno.
Rompió con Mr. Respetable quien
siguió hablando pestes de la gente de Valencia (dirá él que con razón) y
comenzó una relación con su entrenador. Vagamente recuerdo haber visto a esa
persona un par de veces.
Después
Mr. Digno y el entrenador rompen su
relación también y él vuelve a ser la
misma persona embarazosa que habla de lo harapiento que era su ex mientras la
gente esta discutiendo sobre cuál es la mejor película de Stanley Kubrick.
Mientras yo estoy arrepentido de descargar y
no haber visto “2001: A Space Odyssey”, Mr.
Digno me susurra al oído, al tiempo que te muestra una foto en Instagram®:
—Me
esta invitando a salir este chamo. Es lindo, pero yo lo conozco. Acaba de
terminar con su novio y yo no voy a ser ese clavo. Tu SIEMPRE tienes que ser el
primero —afirma.
Ladeo
un poco mis ojos y sigo pensando en mi carpeta de descargas.
Al final si
es fácil
El
novio de Santi se fue del país. Así
que por circunstancias ajenas a su voluntad Santi
esta soltero de nuevo.
—Y
me siento bien —comienza a decirme—. A veces me sentía un poco asfixiado por
las cosas de él.
Luego
me cuenta de las varias personas con las que ha salido en estas semanas y meses
que lleva soltero.
—Siempre
me he preguntado porque si te es tan fácil salir con personas tan guapas al
final terminas con el más feo.
—Yo
también he estado pensando eso —responde—, y la única respuesta que encuentro
es que no soporto a los bonitos y sus estupideces.
La frase me queda en mente por varios días. Luego pienso que en una carrera nunca empiezas de primero.
-o-
¡Hasta
pronto!